La Iglesia Católica de Nicaragua denunció este miércoles el secuestro del obispo de la Diócesis de Siuna, monseñor Isidoro del Carmen Mora Ortega, quien fue detenido por la policía nicaragüense mientras se disponía a realizar una actividad religiosa con jóvenes.

Según fuentes consultadas por el canal 100% Noticias, el régimen de Daniel Ortega habría ordenado su arresto argumentando que el obispo le informó a la feligresía que la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) se mantiene unida en oración por monseñor Rolando José Álvarez Lagos, detenido desde hace más de año y medio.

“Está detenido, delante iba la camioneta del obispo solo su chofer y a él (Isidoro) lo llevaban en la camioneta de la policía con los vidrios arriba”, declaró una fuente eclesiástica al canal nicaragüense.

Otro testigo contó que “el obispo iba en la camioneta de la policía, no se sabe si lo trajeron a Matagalpa o lo llevaron directo al Chipote en Managua”, por lo que es paradero desconocido.

“Dictadura de Nicaragua avanza en su jornada de ataques contra la iglesia. Detienen al Obispo de Siuna, Isidoro Mora. Ya serían dos obispos bajo cárcel por predicar el evangelio. Monseñor Mora fue detenido por el delito de pedir oraciones por Monseñor Rolando Álvarez”, denunció el exembajador de Nicaragua ante la OEA, el también periodista Arturo McFields Yescas.

McFields Yescas le dijo al diario La Prensa que el obispo fue detenidos por enviar un mensaje y oraciones en favor del primer obispo encarcelado Rolando Álvarez.

La abogada Martha Patricia Molina, que ha documentado los ataques el régimen contra la iglesia, dijo que efectivamente el obispo está bajo custodia de la policía y con él también dos seminaristas.

"Monseñor Isidoro Mora, obispo de la Diócesis de Siuna fue secuestrado por policías y paramilitares cuando se dirigía a celebrar unas confirmaciones en la Parroquia de la Cruz de Rio Grande. Tambien fueron secuestrados los seminaristas Alester Saenz y Tony Palacio”, le dijo Molina a 100% Noticias.

Durante 2023 el régimen de Ortega desterró a 176 religiosas y religiosos y mantiene el asedio constante contra los miembros de la Iglesia.