Este domingo trascendió que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo desterró en secreto a 15 sacerdotes y tres seminaristas mantenidos como presos políticos y en represalia contra la iglesia católica acosada en Nicaragua.

Entre los 18 religiosos expulsados se encontraría el obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Alvarez a quien mantenían preso desde hace más de un año y sentenciado a 26 años de cárcel por “traición a la patria”.

Medios locales y en el exilio reportaron que los religiosos fueron expulsados en un vuelo que habría partido la noche del sábado desde Managua hacia el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, en Venezuela y de ahí el viaje presuntamente fue retomado a Roma, la capital de Italia, según recoge el diario La Prensa.

En diciembre agentes del régimen de Ortega secuestraron a monseñor Isidoro Mora, obispo de Siuna, quien también habría sido excarcelado y desterrado en el grupo de expulsados.

El portal de noticias Confidencial indica que 13 de los sacerdotes enviados al Vaticano pertenecen a la Arquidiócesis de Managua, Masaya y Carazo, que dirige el cardenal nicaragüense, Leopoldo Brenes.

Esta es la segunda expulsión de sacerdotes al Vaticano, en octubre pasado el régimen de Ortega desterró a un grupo de 12 religiosos.