"Operativo permitió el rescate de 160 menores que presuntamente eran abusados por un miembro de la secta Lev Tahor", escribió Jiménez en la red social X tras un allanamiento a la propiedad situada en el municipio de Oratorio, unos 60 km al suroeste de la capital, donde la secta se asentó en 2016.
El allanamiento fue encabezado por la Fiscalía y participaron decenas de policías y un equipo multidisciplinario conformado por psicólogas y trabajadoras sociales de varias instituciones.
"¡Cero tolerancia al abuso infantil!", agregó el ministro, quien precisó que contaron con apoyo de personal del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos.
La secta judía Lev Tahor estaba en la mira de las autoridades guatemaltecas por denuncias de abusos a niños, matrimonios forzados y embarazos de adolescentes.
En octubre, las autoridades realizaron un allanamiento para constatar el estado de los menores tras un intento fallido en agosto, pero los dirigentes de la secta otra vez les impidieron conversar con ellos.
La secta, que calificó las investigaciones como "persecución religiosa", se instaló en Oratorio en 2016 tras ser expulsada de un pueblo indígena maya en 2014 por conflictos con lugareños y pasar un tiempo en un edificio de la capital guatemalteca.
Lev Tahor fue formada en los años 1980 y sus miembros, que visten túnicas oscuras y practican una versión ultraortodoxa del judaísmo, se establecieron en Guatemala en 2013.
Las autoridades estiman que el grupo estaría conformado por 50 familias de Guatemala, Estados Unidos, Canadá y otros países.