La muerte de dos pandilleros recluidos en una prisión de Texas puso al descubierto, esta semana, que la relación de la Mara Salvatrucha (MS) y la Mafia Mexicana conocida como “La Eme” comenzó a fragmentarse, por lo que algunos miembros de la MS ya no usan en su insignia el número “13” que por más de 20 años ha significado el sometimiento de la agrupación criminal a la peligrosa Mafia Mexicana que la protege.

Los dos muertos del pasado 1 de febrero en la prisión texana USP Beaumont eran integrantes de la banda de “los sureños”, grupo delictivo que junto a la del Barrio 18 son enemigos de la MS, pero que dentro de las prisiones deben mantener una tregua y “trabajar” juntos por orden de la Mafia Mexicana, según contó una fuente que investiga el caso y que habló con la cadena Univision.

Medios locales estadounidenses reportaron que la riña en la que murieron Andrew Pineda, de 34 años, y Guillermo Riojas, de 54, los dos pandilleros “sureños”, estuvieron involucrados dos miembros de la Mara Salvatrucha en una aparente pugna por venta de drogas.

Se rumora dentro de las prisiones que los jóvenes integrantes de la MS que llegan de Centroamérica y que se asientan en la costa Este, están decididos a desobedecer a “La Eme” y no están de acuerdo de beneficiarla con parte de sus ganancias de venta de droga, tráfico de armas, apuestas, robos de autos, fraudes, entre otros ilícitos.

“Unos están diciendo ‘quitémosle el 13 para no tener esa asociación con los de California’ y dentro de las prisiones son independientes. No solo no están de acuerdo en pagar “impuestos”, sino a que en las prisiones los obliguen a relacionarse con los enemigos, como la Barrio 18, por estar bajo la sombrilla de los ‘sureños’”.

Fuente de la investigación a Univision


La MS-13 estaría enfrentando una división en sus filas, las clicas de California siguen reconociendo el viejo pacto que se hizo con ‘La Eme’. Sin embargo en la costa Este de EEUU algunos mareros en Maryland y Nueva York dejaron de poner el número 13 al marcar las paredes de sus territorios, y también están dejando de tatuarse el número entre sus nuevos afiliados.

Igualmente los mareros reclutados en El Salvador estarían imponiendo sus propias reglas dentro de las filas de la Mara Salvatrucha, y no están dispuestos a asociarse con la del Barrio 18 ni con la banda de los “sureños” como lo ordena la Mafia Mexicana.

“Los de El Salvador quieren funcionar de manera independiente a los de California. Son pandilleros que crecieron, están en el poder y no les gustan las políticas de California. Muchos han venido a Estados Unidos, no quieren asociarse con la Barrio 18, ni con ningún ‘sureño’. Le tienen más lealtad a los de Centroamérica que a los de aquí”.

Fuente de la investigación a Univision


Los investigadores creen que esta división entre los MS-13 de California y los de Centroamérica quedará fuera de la costa Oeste, ya que la MS necesita a la Mafia Mexicana para su propia supervivencia porque la mayoría de hispanos son aliados de “La Eme”.

Intentos de autonomía

Según el reporte de Univision hace tres años el gobierno federal de EEUU alertó del establecimiento de un subgrupo de la MS que se denominaba “503”, y que surgió producto de diferencias entre cabecillas de la Mara Salvatrucha que se opusieron a un pacto con el Barrio 18 impulsado en 2015 por el gobierno salvadoreño para reducir los crímenes.

“Los miembros de la MS-13 que defendieron los valores de la violencia extrema a menudo afirmaban pertenecer a la ‘503’, que generalmente denotaba el nacionalismo salvadoreño y a adherirse a las raíces violentas de la MS-13”, señalalaba entonces el Departamento de Justicia estadounidense.

Fundada en 1950, la Mafia Mexicana es descrita como “una pandilla de pandillas” gobernada por 140 ancianos que purgan cadenas perpetuas o condenas de varios años en prisiones federales, estatales y en condados, y tendrían afiliados en más de 120 cárceles.

"Es improbable que la MS-13 en Los Ángeles siga existiendo si elige no pagar impuestos, equivalente a pagos por extorsión, a la Mafia Mexicana", indicó el Departamento de Justicia en una acusación contra 44 jefes, miembros y asociados de la Mara que se interpuso en mayo de 2017.