Hace algunos años en la Universidad Estatal de Florida, el paleobiólogo Gregory Erickson junto a otros biólogos y científicos, estudiaron la fuerza que se aplica en la mordida de 23 especies diferentes de animales, y mediante varios análisis llegaron a la conclusión de que el animal con la mordida más fuerte en todo el mundo es el cocodrilo de agua salada.

La potencia de estos cocodrilos al cerrar su mandíbula registra aproximadamente 270 kilogramos de fuerza por cada centímetro cuadrado, representando una mordida extremadamente poderosa.

Los científicos compararon el poder de la mordida de los cocodrilos con la de una persona adulta, pero la comparación resultó ser sorprendente, porque se necesitaría aproximadamente la fuerza ejercida en 27 mordidas humanas para igualar el poder que el cocodrilo ejerce al cerrar su mandíbula.

Según los estudios de los biólogos, la mordida de una persona adulta logra ejercer una fuerza de 10 kilogramos por cada centímetro cuadrado, creando una diferencia abrumadora entre la mordida del animal y la del ser humano.

También destacaron que el poder que tiene la mordida de estos cocodrilos podría llegar a competir con la fuerza que era ejercida en la mordida de su antiguo ancestro el T-Rex, los cuales eran considerados como los animales con la mordida más poderosa y destructiva.

Los cocodrilos de agua salada son bastante ágiles nadando, y pueden alcanzar hasta una velocidad de 43 kilómetros por hora, cuando están en el agua.

Los machos de esta especie miden hasta siete metros y pesan entre mil y 1,500 kilogramos y las hembras son mucho más pequeñas, midiendo aproximadamente 3 metros y pesando hasta media tonelada (500 kilos).