Durante la madrugada del 1 de enero, el salvadoreño Óscar Isaías Ramos, de 38 años, fue asesinado de un disparo mientras transitaba por un barrio de la ciudad de Charlotte, en Carolina del Norte.

Hasta el momento las autoridades dicen no tener mayor información sobre quién habría asesinado al salvadoreño y las motivaciones, pero aseguran que el hecho continúa en investigación de la policía local.

Según los reportes de las autoridades, el asesinato ocurrió entre las 2:00 y las 3:00 a.m. del 1 de enero, cerca de un complejo de apartamentos en la ciudad de Charlotte.

La familia del salvadoreño informó que minutos antes del asesinato Ramos había salido de su casa junto a su hija de siete años, con quien iba rumbo a la vivienda de su expareja y madre de la niña, pero aseguran desconocer si fue atacado mientras iba junto a la pequeña o cuando él ya regresaba de dejar a su hija en la casa de su expareja.

“Cuándo nos despedimos él, se iba a dejar a su hija con María Fátima, su expareja y mamá de la niña. Ambos están separados, pero viven cerca. Luego de eso, a pocos minutos, nos enteramos que había sido herido de bala cerca de los parqueaderos”, declaró Jonny Ramos, hermano de la víctima, a un medio local.

Los conocidos y familiares del salvadoreño lo describen como una persona trabajadora que se dedicaba a la construcción, además de ser un padre ejemplar con su hija de siete años, por quien siempre trabajaba para salir adelante.

El salvadoreño tenía aproximadamente un año y medio desde que había llegado a EEUU, exactamente a Carolina del Norte, y según sus familiares entre sus planes estaban ahorrar y poder regresar a El Salvador, donde quería construir su propia casa en su natal San Miguel.