Actualmente, Feeley es el director ejecutivo del Centro para la Integridad de los Medios de Comunicación de las Américas (CMIA) y un ex embajador de los Estados Unidos dedicado a promover un mayor entendimiento mutuo entre los Estados Unidos y América Latina y el Caribe.
Antes de su carrera en el servicio exterior, se desempeñó como oficial de la Marina de los Estados Unidos y piloto de helicóptero. Feeley es un graduado de la Escuela de Servicio Exterior de la Universidad de Georgetown y un distinguido graduado del National War College.
¿Qué puede esperar El Salvador de las elecciones del martes si Donald Trump gana las elecciones?
Si gana Donald Trump, El Salvador y la región entera pueden esperar una política exterior basada en transacciones. Algo así como: "te doy esto, tú me das eso". No va a haber una política para apoyar ni tendencias de gobierno, ni tratados de libre comercio, ni derechos humanos, ni francamente nada, porque Donald Trump no verá la región como una región, sino como oportunidades para cosechar en beneficio de sus intereses y los de su política de "America First".
Sobre todo es razonable esperar que en un gobierno Trump 2.0 sus asesores tendrán una óptica hacia la región que pasa por la Habana y Caracas. Curiosamente parece que Trump esta harto de intentar políticas de cambio de régimen suave, habiendo dicho que él puede negociar con Maduro” y que “a lo mejor se muda a Caracas porque es mas seguro que las ciudades de los Estados Unidos.
¿Qué panorama le espera al país en caso que Kamala Harris gane las elecciones?
Si gana Kamala Harris, El Salvador y la región pueden esperar un continuismo de las políticas actuales, con algunos matices. Creo que el tema de la migración será más coherente y, dependiendo de cómo vayan las elecciones en el Senado y en la Cámara, podría haber otro esfuerzo para lograr una ley de migración, como intentaron el año pasado, pero que Donald Trump bloqueó antes de que saliera a la luz.
Si gana Harris, habrá promoción de la democracia y de los derechos humanos, y creo que se implementará una política migratoria más holística, basada en un equilibrio entre las necesidades del pueblo estadounidense, como la importación de mano de obra, y el respeto por los tratados internacionales, especialmente aquellos sobre refugiados. También se implementarán medidas de seguridad para evitar el caos en la frontera sur de Estados Unidos.
Ambos candidatos han mencionado la posibilidad de revisar el Tratado de Libre Comercio con la región. ¿Qué aspectos podrían ser revisados?
No tengo conocimiento de comentarios de Donald Trump sobre la posibilidad de revisar el Tratado de Libre Comercio con la región, CAFTA. A Trump no le gustan los tratados de libre comercio, ya que considera que los países extranjeros se aprovechan del mercado estadounidense. Él ha mencionado la posibilidad de imponer una tarifa global del 10% sobre todas las importaciones a Estados Unidos, lo cual afectaría negativamente a El Salvador.
Respecto a la política comercial de Kamala Harris, creo que, como mencioné antes, veremos un continuismo, quizás con un enfoque más detallado en los derechos laborales, dado que ella contaría con el apoyo de los sindicatos en Estados Unidos. Además, habría un énfasis en los aspectos ambientales dentro del Tratado CAFTA, ya que Harris ha apoyado firmemente la causa ambiental tanto como senadora como vicepresidenta. No veo intención alguna de acabar con el CAFTA bajo un gobierno de Harris; más bien, ella continuaría su labor como vicepresidenta al dirigir inversión extranjera hacia Centroamérica para mitigar las causas de la emigración hacia Estados Unidos.
En el ámbito centroamericano ¿Cómo cree que será la relación de EEUU con la región en los próximos cuatro años? Especialmente el caso de Nicaragua y Honduras, por ejemplo.
Estados Unidos no tiene una relación significativa con Nicaragua, y mientras persista la dictadura de Ortega Murillo, no veremos ningún cambio. El gobierno de Biden ha sancionado a varios individuos en Nicaragua, pero no ha intentado suspender al país del CAFTA, y tampoco creo que eso cambie con Harris.
En cuanto a Donald Trump, si él gana, creo que incrementará la retórica en relación a Nicaragua, ya que realmente no necesita de esa relación. Sobre Honduras, tengo la esperanza de que un gobierno de Harris pueda fortalecer la diplomacia y acercarnos más, siempre y cuando respetemos no solo la soberanía de los hondureños, sino también que el gobierno de Xiomara Castro reconozca que sus intereses están mucho más alineados con el mercado y la democracia estadounidense que con los líderes de izquierda en Nicaragua, Venezuela y Cuba.
¿Cómo cree que abordará Estados Unidos el avance de China y Rusia en la región?
Respecto a China y Rusia, en el gobierno de Joe Biden ha habido atención sobre la presencia rusa, especialmente en términos de espionaje.
Rusia realmente no representa una amenaza militar significativa; es más una molestia para los estadounidenses. Sin embargo, las actividades de Rusia en Managua merecen atención, y los servicios de inteligencia de Estados Unidos ya lo tienen monitoreado.
China, por otro lado, tampoco representa una amenaza militar directa, pero es un socio comercial muy importante para América Latina. China tiene un historial de 20 años queriendo los recursos naturales de América Latina y ha establecido una "trampa de la deuda" en algunos países: ofrece préstamos a bajo costo al inicio y luego aumenta las tasas de interés, lo que lleva a que los países no puedan pagar y terminen cediendo sus recursos naturales o entrando en sociedad con China.
Creo que bajo Harris, Estados Unidos continuaría trabajando diplomáticamente con los países de América Latina para evitar que caigan en esa trampa. En un gobierno de Trump, no creo que haya mucho interés en esta estrategia; él prefiere usar a China como una amenaza retórica en lugar de proponer políticas más allá de sanciones económicas, las cuales ha dicho podrían llegar a ser de hasta un 60 o 70%, lo que causaría un desastre económico en el mercado estadounidense.
¿Ve algún cambio en la relación con Guatemala si Trump gana las elecciones?
Guatemala ni siquiera está entre las primeras 10 prioridades de Donald Trump. Me sorprendería que supiera dónde está geográficamente. Sin embargo, si gana Trump y, después de un tiempo, el gobierno de Bernardo Arévalo aparece en su radar, seguramente lo verá como enemigo, dado que era cercano al gobierno de Biden. Para Trump, todo es blanco o negro, amigo o enemigo; no ve matices.
Entonces, podría haber un cambio, pero no sé cómo se manifestaría. La mayoría de las políticas de Trump son más retórica que pensamientos bien fundamentados.