Un nuevo reporte del Proyecto Internacional de Asistencia para Refugiados (IRAP) indica que las familias que buscan acceder al Programa de Menores Centroamericanos (CAM) o las familias que ya son parte de un proceso abierto, se enfrentan a situaciones precarias donde carecen de asesorías correspondientes, mala organización y tiempos de esperas extremadamente largos, lo cual provoca retrasos en los procesos e insuficiencia de respuesta.

En el informe “Más que palabras: cumpliendo la promesa del Programa Centroamericano de Refugiados y Libertad Condicional para Menores”, fue realizado por el IRAP para presentar al gobierno de Joe Biden las carencias y limitantes que las familias enfrentar al momento de intentar acceder al CAM.

Según el informe la lentitud de los procesos es muy evidente, y destacan que, desde marzo del 2021, cuando se reinició el programa, solo un centenar de aproximadamente 3,800 hogares elegibles han cumplido sus requisitos para ingresar a EEUU y reunirse con sus hijos migrantes.

Paralelo al informe hecho por al IRAP, otras 100 organizaciones que brindan ayuda humanitaria, enviaron una carta al gobierno de Biden, donde presentaban herramientas y soluciones que podrían implementar para agilizar los procesos de las familias amparadas bajo el programa.

El CAM es un programa destinado a la ayuda de menores migrantes de El Salvador, Guatemala y Honduras, y brinda la posibilidad para que los menores puedan escapar de peligros mortales y se reúnan legalmente de manera segura con sus padres en EEUU.

El programa se creó en 2014 bajo la presidencia de Barack Obama, pero durante el gobierno de Donald Trump sufrió muchos inconvenientes e incluso hasta su cancelación, fue hasta el año pasado cuando Joe Biden reactivo nuevamente el programa para la ayuda de las familias centroamericanas.