Bajo las luces de colores, los pacientes de una residencia de Singapur se agarran de la mano y bailan viejas canciones en una "discoteca silenciosa", una iniciativa para ayudar a los enfermos con demencia.

Durante aproximadamente una hora bailan éxitos de los años 1940 hasta los 1980, escuchando la música directamente con auriculares en el Apex Harmony Lodge, un centro especializado en el cuidado de personas con demencia.

La lista de canciones, pensada para que se muevan, incluye temas en inglés, malayo y chino.

"La verdad es que no sé bailar, solo me entretengo", dice Christine Chong, de 54 años, que padece demencia incipiente.

Otro residente, Goh Kian Ho, de 63 años, canta entusiasmado mientras de golpes con el pie. "Es muy bueno que podamos jugar y cantar", dice.

Cuando el grupo empieza a cansarse del 'buguibugui', el DJ ralentiza el ritmo con la canción de los años 1970 "The Moon Represents My Heart", de la legendaria cantante taiwanesa Teresa Teng.

Un monitor guía al grupo agitando los brazos y contorneando el cuerpo mientras escuchan esta balada romántica.

Singapur, como muchos países asiáticos, se enfrenta al envejecimiento de su población y al aumento de los casos de demencia.

El ministerio de Sanidad de Singapur calcula que 86,000 personas --una de cada diez mayores de 60 años-- padecen demencia, y se espera que la cifra aumente hasta 152,000 en 2030.

Las investigaciones demostraron que la musicoterapia puede ser útil para personas con determinadas afecciones, como la enfermedad de Alzheimer, el tipo más común de demencia, que comienza con pérdida de memoria y puede provocar dificultades de conversación y cognitivas.

"Ponemos canciones antiguas, que ayudan a activar las emociones de nuestros residentes, a menudo asociadas a ciertos recuerdos de su pasado, lo que les proporciona una sensación de familiaridad y consuelo", explica Grace Wong, psicóloga asociada de Apex Harmony Lodge.

La banda sonora de una vida

La "discoteca silenciosa", que se organiza una vez por semana, se inspira en otras similares en residencias de ancianos del Reino Unido y Australia.

En este caso el singapurense Johnson Soh, que trabajó en la industria musical y ha creado su propia empresa de programas musicales para mayores, la adaptó a los gustos locales.

Soh puso en marcha la iniciativa después de que a su padre le diagnosticaran demencia.

"En realidad, él fue mi primer conejillo de indias (...) su conciencia se agudizó", dice Soh.

Más de diez centros de Singapur han adoptado el programa desde que comenzó en 2019, según Soh.

La iniciativa, llamada "Retorno al baile del té", busca evocar recuerdos felices de los bailes de los domingos por la tarde, muy populares entre los jóvenes en el Singapur de los años 1960.

"Todo el mundo tiene una banda sonora en su vida, así que siempre hay alguna música que te habrá impactado en algún momento de tu vida", dijo Soh.

Mientras tanto, los residentes siguen bailando al son nostálgico de "Que Sera Sera", de Doris Day.