Cincuenta bloques de piedra caliza, cada uno de 7 cm de lado y con un peso cercano a 800 gramos, serán entregados a los ganadores seleccionados al azar entre el 7 y el 11 de abril. Cada piedra contará con una placa de latón que certifica su origen.
Estas piedras provienen de los escombros de la catedral, que fue devastada por un incendio el 15 de abril de 2019. Tras un monumental proyecto de cinco años de reconstrucción y restauración, la fundación busca concienciar sobre la situación crítica de muchos otros edificios religiosos.
"Más allá de este monumento emblemático, miles de pequeñas Notre Dame en toda Francia están en peligro y merecen nuestra atención", destacó la fundación en un comunicado.
Los interesados en participar deben realizar una donación mínima de 42 dólares a través del sitio web de la fundación antes del 4 de abril.
Los fondos recaudados se destinarán a una suscripción nacional lanzada en septiembre de 2023, enfocada en la salvaguarda del patrimonio religioso en riesgo.
Actualmente, alrededor de 5,000 edificios religiosos de los aproximadamente 50,000 registrados en Francia se encuentran en condiciones críticas y requieren atención urgente.