La situación migratoria en la frontera sur de Estados Unidos es cada vez más crítica, y el Estado de Texas mantiene una postura rigorista en las medidas implementadas para evitar los cruces masivos de migrantes ilegales provenientes desde México.

Las cercas de púas, los patrullajes en el río Grande y el despliegue de militares de la Guardia Nacional son la clave de las políticas antimigratorias de dicho Estado.

El gobernador de Texas, Greg Abbott, aseguró que mantendrán estrategias extremistas en la frontera hasta que la situación migratoria muestre pequeños avances en la baja de cruces ilegales. Además, reiteró en diferentes ocasiones que los migrantes representan un peligro para la seguridad pública del Estado, razón por la que dice combatir dicho tránsito ilegal de personal.

“Los soldados de la Guardia Nacional de Texas y los agentes del DPS continúan aprehendiendo y arrestando a inmigrantes ilegales que cruzan hacia nuestro estado. Texas mantendrá la línea hasta que el presidente Biden haga su trabajo para asegurar la frontera”, escribió Abbott en su cuenta de X.

Abbott también militarizó un parque en la ciudad de Eagle Pass con acceso al río Grande, frontera natural entre Texas y México, donde tendió cercas de alambre de púas en un tramo de la ribera e inició la construcción de una base militar.

La crisis migratoria es uno de los temas centrales de la campaña para los comicios de noviembre que disputarán probablemente el expresidente republicano Donald Trump, de 77 años, y el demócrata Biden, de 81, quien busca la reelección.