Una mayor militarización y el uso de vehículos de guerra son de las nuevas estrategias que el gobernador de Texas, Greg Abbott, ha implementado en las últimas semanas para evitar los cruces de migrantes ilegales entre Estados Unidos y México.

Despegados principalmente en zonas con mayor flujo de personas y cerca de ciudades mexicanas, los militares cumplen la tarea de arrestar a cualquier migrante que intente cruzar hasta el lado texano.

Pero estas estrategias no se limitan únicamente a zonas fronterizas terrestres, sino que el gobernador Abbott ordenó un intenso despliegue y patrullaje acuático en las riberas del río Grande, el cual es el paso fronterizo natural más grandes entre EEUU y México.

El viernes Abbott también anunció que Texas levantará una base militar en la ribera del río Grande, con la que espera contener el cruce migratorio irregular desde México, en momentos en que disputa el control fronterizo con el gobierno federal de Joe Biden.

La crisis migratoria es un tema clave para las elecciones presidenciales de noviembre. Abbott apoya al exmandatario Donald Trump, de fuerte discurso antiinmigratotio y favorito en las primarias republicanas. Biden, por su lado, busca la reelección con negociaciones políticas para financiar más recursos de seguridad fronteriza.