El gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció esta semana el inicio de la colocación de una barrera flotante que estará en las aguas del río Grande, una de las zonas fronterizas que mayores números de migrantes utilizan para cruzar ilegalmente hasta Estados Unidos, provenientes desde la frontera con México.

Esta especie de muro flotante está compuesto por boyas gigantes que están sujetas al fondo del río, las cuales se tiene previsto que corten el flujo directo de los migrantes que diariamente cruzan las aguas del río para ingresar por puntos ciegos de la frontera.

“Esto se suma a que Texas usa $5 mil millones para construir un muro fronterizo y desplegar la Guardia Nacional y el Departamento de Seguridad Pública”, dijo Abbott sobre este nuevo plan fronterizo.

Sobre estas nuevas medidas los migrantes y las organizaciones promigrantes consideran que esta barrera flotante no detendrá el ímpetu de que las personas intenten cruzar el río, pero sí aseguran que esta medida pondrá en riesgo y aumentará las muertes de migrantes, especialmente de mujeres y niños que intentan cruzar el río.

“Ahí se va a morir mucha gente, los que vamos a pasar primeramente Dios vamos a pasar, pueden poner 10 muros y siempre vamos a pasar” dijo un migrante, haciendo referencia de que esta barrera no los detendrá en sus intentos por cruzar el río.

Texas ha implementado este nuevo plan antiinmigrante sumado al despliegue masivo de soldados de la Guardia Nacional y la colocación de cercas de púas, todo esto como mecanismos para frenar el flujo de migrantes que diariamente intentan ingresar ilegalmente hasta suelo estadounidense.