“La Brasita” es un restaurante familiar salvadoreño, en donde su propietaria Lucy Campos junto a sus hijos, buscaron la manera de ofrecer a sus clientes un platillo que les ayudará a calmar las bajas temperatura que se registraban y a controlar el estrés que el confinamiento por la pandemia estaba causando.
La familia decidió ofrecer a sus clientes un rico caldo de res, autentico con el sabor y la preparación de la cocina salvadoreña, el cual se convirtió rápidamente en uno de los platillos favoritos por hispanos y estadounidenses que hasta el día de hoy piden la sopa, llegando a considerarlo como una “salvación” para las noches frías que pasan en Maryland.
El restaurante también se caracteriza por ofrecer otros platillos muy auténticos de la cocina salvadoreña, como las pupusas y los antojitos típicos, convirtiéndose en un espacio donde las personas de Maryland pueden degustar de la comida latina dentro de EEUU.