Fue a mediados de febrero que la artista de 53 años denunció por violencia familiar a Cruz, quien el domingo 16 de febrero la habría agredido, por lo que ella huyó de la casa en la camioneta de su hija Melenie.
Villarreal salió de la casa sin celular ni documentos, pues Martínez la despojó de estos y de y su cartera; así llegó a un hospital y el ministerio público le tomó su declaración.
"No es una cualquier pelea, cualquier riña, cualquier palabra... sino ya está en riesgo mi vida, o sea, ¿qué voy a hacer?", contó Villarreal. "Yo no más decía, mis hijos pudieran estar llorándole a su mamá sin saber qué pasó, eso es lo que pasaba por mi mente", admitió.
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Después del shock por lo ocurrido, y al saber que su denuncia podría tardar en tener efecto, Alicia pensó de qué manera podía pedir auxilio; fue así que durante el concierto que ofreció en Michoacán, recordó que existe una señal para que las mujeres puedan pedir ayuda, la cual hizo con su mano al final del show.
"Cuando estaba en el show, me venía es imagen de que ya había visto que habían personas que hacían esa seña, no tenía todo el contexto ni sabía qué tanto iba a provocar pero yo dije tengo que pensar en que alguien me tiene que ayudar", apuntó.
Alicia admite que jamás dimensionó el alcance de esa señal tendría entre el público: "Yo no me esperé una reacción a ese grado, no estaba consciente, estaba consciente de lo que me estaba pasando a mí y de lo que tuve que hacer y procesar en tan poco tiempo, en estar incomunicada, no tener dinero ni tarjetas y no saber cómo ir a cumplir esa fecha".
Reiteró que tiene un compromiso con ella misma para poner límites: "No me lo merezco, ni se lo merece nadie, ninguna mujer, ninguna persona", reflexionó. El caso legal contra Cruz Martínez, así como su divorcio siguen en curso.