¿No era solo una estrategia de marketing sino un romance verdadero? La romántica ciudad de París, en Francia, fue el escenario perfecto para una noche inolvidable entre el boricua Bad Bunny y Kendall Jenner.

La supuesta pareja, que recientemente retomó su relación tras unos meses separados, disfrutó de una cita privada en el monumental Museo del Louvre, un lujo que no todo el mundo puede darse.

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El pasado miércoles, Kendall sorprendió a sus seguidores de Instagram al compartir una serie de fotografías que documentan su exclusiva visita al museo. En las imágenes, se puede ver a la modelo posando descalza frente a obras maestras como Las bodas de Caná de Paolo Veronese, u observando muy de cerca a la célebre Mona Lisa de Leonardo da Vinci.


Las salas vacías del Louvre, habitualmente abarrotadas de turistas, ofrecieron un entorno mágico e inigualable para esta cita nocturna. Los representantes del museo confirmaron al diario Daily Mail que Jenner realizó un recorrido privado mientras el Louvre estaba cerrado al público. Este privilegio no es nuevo para el clan Jenner-Kardashian.

La presencia de Bad Bunny, aunque no visible en las fotografías publicadas por Jenner, fue confirmada por diversos testigos y fans de la pareja que los vieron llegar juntos la noche del lunes. Además, se sospecha que el puertorriqueño fue quien capturó algunas de las fotos.Este jueves, la pareja reapareció en una cena en Grecia, acompañados de la hermana de Kendall, Kim Kardashian, y otros amigos de la familia: Jeff Bezos y Lauren Sanchez.