Este domingo 26 de marzo, más de 90 mil personas abarrotaron el Camp Nou para ver la final de la Kings League, un torneo formado por streamers de Twitch y exfutbolistas, que solo tiene tres meses de haber iniciado. El evento, que duró cinco horas, fue transmitido por la misma plataforma, y fue visto por más de 2 millones de seguidores.

Este dato solo es un ejemplo, para explicar cómo la forma de crear y consumir contenidos digitales ha cambiado. Claramente, YouTube no está derrotado, sigue siendo una plataforma fuerte y líder. Sin embargo, no es la plataforma hegemónica y sin rival que era hasta hace unos años.

La manera en la que las personas consumen contenido ha cambiado porque las diversas plataformas de streaming ofrecen hoy a los espectadores el control sobre: a quiénes ver, pagar (por medio de menciones en las transmisiones en vivo) y hablar en vivo, así como consumir productos o servicios de las marcas que se promocionan.

La oportunidad de tener una plataforma plural y relativamente flexible con sus normas es un punto importante para que existiera una “migración” de grandes creadores de contenido de YouTube a Twitch.

Los videojuegos y deportes como el fútbol parecen ser de los más consumidos por los usuarios de esta plataforma social. Según Streams Charts, en octubre de 2022, YouTube y Twitch tuvieron más de 4 billones de horas de reproducción.

El hecho es que los streamers han creado comunidades en Twitch y un tránsito de audiencia en plataformas como TikTok (con fragmentos de video de pocos minutos que obtienen millones de visualizaciones), o en el mismo YouTube (con videos de cinco o seis minutos con extractos del En Vivo), sin contar a Instagram, Facebook y Patreon.

El formato de las comunicaciones, nos guste o no, cambia constantemente la forma de entretenernos e informarnos, y demanda adaptarnos de manera ingeniosa, tanto a creativos como a consumidores.