Con esta entrega regresa el ya conocido elenco de las anteriores entregas mientras emprenden un gran viaje al sur de Francia para descubrir el misterio de la villa recién heredada por la condesa viuda.
“Queríamos que el programa tuviera una sensación contemporánea sin perder algunos de los elementos gloriosos que hicieron que esa época fuera única. Fue de gran ayuda que este fuera un guion original, algo que permitió a la audiencia disfrutar de todos los subterfugios relacionados con un drama de época”, explicó el director Simon Curtis.
La ambición de Downton Abbey se hizo realidad no solo en el guion sino también en el diseño, la locación, los valores de producción y en última instancia, en el elenco.
La trama.
1928. La familia y los sirvientes de Downton Abbey asisten a la boda de Tom Branson con la señorita Lucy Smith, hija de Lady Maud Bagshaw. Desde que su salud se ha deteriorado, la viuda se ha mudado a Downton para estar más cerca de la familia.
Lord Grantham comparte la noticia de que el abogado de la familia visitará Downton a pedido de la viuda y que toda la familia debe estar presente. Violet ha heredado una villa en el sur de Francia, y en su testamento, ella quiere dejársela a Sybbie, la hija de Lady Sybil y Branson; una decisión que no le sienta bien a Tom Branson. Con la pregunta de por qué el difunto marqués de Montmirail dejó un regalo tan generoso a la viuda en el aire, Lord Grantham recibe una intrigante propuesta.
El señor Barber, director de cine de la compañía de cine British Lion, quiere filmar su última película muda titulada ‘The Gambler’ en Downton Abbey. Robert piensa que es una idea ridícula, pero ante una oferta exuberante sobre la mesa y después de hacer un rápido recorrido por los áticos y el tejado de la propiedad con Lady Mary, admite a regañadientes que Mary está al mando y ella debe hacer lo que mejor le parezca.
¿Dónde se encuentran los personajes de Downton en el inicio de este nuevo largometraje?
Al final de la primera película queda claro que Mary toma el relevo como la jefa en Downton y esta situación se explora en la segunda entrega. Al ser un negocio familiar es importante aceptar la naturaleza hereditaria del trabajo y entender que en el momento en que uno deja de ser útil para la familia tendrá que ceder el mando a las generaciones futuras.
En cuanto a Edith y Bertie, su matrimonio marcha bien y ella ha dado a luz a un niño; sin embargo, en una perspectiva bastante moderna, tal parece que dirigir Brancaster y la maternidad no son suficientes para Edith. Ella necesita una actividad con mayor reto intelectual y fuera del círculo familiar.
En la primera película Cora y Robert tienen el desafío de fungir como anfitriones de los reyes, quienes son recibidos con gracia y suficiencia en Downton Abbey. Sin embargo, en la nueva cinta ellos enfrentan una jornada emocional más difícil.