El pasado fin de semana la marca de moda francesa Christian Dior realizó un suntuoso desfile de modas en el histórico Colegio San Ildefonso, en la Ciudad de México, donde presentó su colección crucero women 2024, inspirada en la cultura mexicana y trabajada junto a artesanas de Oaxaca, Chiapas y Puebla. La organización fue soberbia, incluyó a modelos locales y contó con invitados como la actriz de origen indígena nominada al Óscar, Yalitza Aparicio, o el millonario Carlos Slim.

Sin embargo, tanto lujo no convenció a los expertos en moda, que se volcaron a redes sociales como TikTok para emitir sus comentarios sobre el concepto que se centró en la mítica pintora Frida Kahlo (1907-1954), muy respetada por los mexicanos, pero un concepto bastante quemado y poco propositivo. “Un tema constante y repetitivo hasta el cansancio entre editoriales y diseñadores, que llega a ser cansado porque pareciera que no hay otras figuras importantes en México”, apuntó el experto Manu Castillo. “Aquí empieza la punta del iceberg de la polémica... Para lo rica que es la cultura mexicana, que sigan utilizando a Frida como la única imagen que tiene, es un poco cliché”, agregó la tiktoker Paula Marqués.

La colección de Dior incluyó vestidos, huipiles tradicionales, chalecos, accesorios, bordados y estampados como los que Frida sembró en el imaginario del mundo. Desde el principio, la diseñadora Maria Grazia Chiuri dejó claro que se trataba de un homenaje a las culturas vivas de México, por lo que gestionó con la Secretaría de Cultura y trabajó directamente con artesanas -que fueron invitadas al desfile- para evitar malentendidos por apropiación cultura. Así, todo fue transparente, legal y debidamente remunerado.



No obstante, varios mexicanos y fashionistas se quejaron de la escasa propuesta creativa para una colección “inalcanzable”, ya que muchos de los conjuntos presentados son casi exactos a los que un mexicano o turista promedio podría adquirir en un tianguis local, a un costo mucho menor y creados por manos igual de talentosas.

El cierre con temática feminista fue la cereza del pastel, donde la firma presentó vestidos blancos con frases en rojo sangre que causaron indignación, en lugar de sororidad, denuncia o empatía con una causa delicada en México: los feminicidios, que no pueden tocarse a la ligera ni bajo una excusa de bajo compromiso, como la moda per sé.

Frases como “corre por tu vida”, figuraron en tales atuendos, lo que solo recordó el sentimiento de miedo y persecución que viven muchas comunidades y mujeres del país. Otro decía: “la reina”, acompañado de implementos de cocina, lo que ofendería a las mujeres que buscan romper los esquemas machistas; u otro que rezaba “Stop”, con los mismos implementos, lo que ofendería a las grandes cocineras de la tradición culinaria. Sin contar, el vestido que incluía diferentes insultos que las mujeres reciben a diario.



“Definitivamente Dior se metió en un tema muy delicado y está causando muchos conflictos”, acotó Marqués. Desde su usuario @pinchelika, otra mexicana apuntó que la marca estaría en una dinámica de “purple washing”, un término referido a las prácticas de algunas empresas para mejorar sus beneficios y su imagen, utilizando como excusa campañas a favor de causas, sin que haya un compromiso real y sustentable.

“Una marca enorme de lujo está utilizando los feminicidios para llamar la atención, para hacer que su marca se vea creíble y que es parte del movimiento feminista... ¿realmente es parte del movimiento feminista?, ¿sabemos qué acciones hicieron después de este desfile?, ¿si donaron dinero a instituciones, si hacen algo por evitar la violencia de género?”, se preguntó la tiktoker, que además citó el concepto del desfile como “feminismo blanco”, que se refiere al feminismo de las mujeres privilegiadas, que dista de circunstancias raciales y muchas otras que aquejan a las mujeres. “Básicamente el feminismo que presentó Dior es un feminismo blanco, porque está lleno de privilegio”, finalizó.