La familia real británica se reunió el viernes para una misa de gracias por los 70 años de reinado de Isabel II, sin la monarca, cansada por el primer día de festejos, pero con Enrique y Meghan, que centraron todas las miradas.
Bajo el resonar de las campanas de la catedral, el nieto de la monarca, de 37 años, llegó junto a su sonriente pero tensa, esposa de 40 años.
La multitud los recibió con una mezcla de ovaciones y abucheos, ilustrando las opiniones encontradas que despiertan en el Reino Unido, a menudo con una división generacional.
Enrique y Meghan sacudieron a la monarquía cuando en 2020 decidieron irse a vivir a California, desde donde criticaron a la familia real, llegando a acusar de racismo a uno de sus miembros, que no nombraron.
Desde entonces han visto a la reina poco y en privado y su hija menor, Lilibet, que el sábado cumple un año, no conocía hasta ahora a su celebérrima bisabuela.
Viajaron a Londres para las fiestas del jubileo, pero el jueves se habían mantenido alejados de la prensa, por cuya presión afirmaron haber abandonado el Reino Unido.
Dudosa sucesión monárquica
En el interior de la majestuosa catedral anglicana, asistieron al servicio unas 2.000 personas, incluida la mayoría de familiares de la soberana, el primer ministro Boris Johnson, líderes políticos, sociales y representantes de otras religiones.
Entre las numerosas intervenciones, el arzobispo de York, Stephen Cottrell, se dirigió a la reina, asumiendo que vería la misa por televisión, y bromeando con su pasión por los caballos le agradeció que siguiera "sobre la silla de montar".
La ceremonia dio gracias por la vida y el reinado de la monarca más longeva que jamás haya tenido el Reino Unido.
Isabel II tenía 25 años cuando en 1952 llegó al trono. Setenta años después, es la única monarca que han conocido la mayoría de británicos y la única en la historia del país que celebra un "jubileo de platino".
Debido a sus problemas de salud, una vez más volvió a ser representada el viernes por su hijo mayor Carlos, heredero al trono de 73 años, que poco a poco va asumiendo funciones en una progresiva transición que preocupa, dada su baja popularidad en un momento en que la realeza se ve cuestionada.
Un 62% de los británicos afirma seguir siendo partidario de la monarquía, pero los más jóvenes están divididos: 33% a favor y 31% en contra.
En un sondeo de YouGov publicado esta semana, sólo 39% de encuestados afirmó pensar que seguiría habiendo un monarca en el país dentro de 100 años.
Iniciadas el jueves con una gran marcha militar, las celebraciones del "jubileo de platino" se prolongarán hasta el domingo con un desfile de música y baile, carreras de caballos, un concierto pop y decenas de miles de pícnics y comidas al aire.
