Actriz, productora y activista méxico-americana, Eréndira Ibarra cuenta con más de 20 años de experiencia en la industria del cine y la TV, y estos días visita el país como invitada de la Escuela de Cine y Arte Audiovisual (Escine), para compartir experiencias que incluyen producciones como “Las Aparicio” (Telemundo, 2010); “Capadocia” (HBO, 2012), “Ingobernable” (Netflix, 2018); “Sense 8” (Netflix, 2018) o “The Matrix Resurrections” (Warner Bros, 2021).
Hija del legendario productor ejecutivo Epigmenio Ibarra, la actriz nos concedió una entrevista para hablarnos de su visión totalmente desarraigada de lo tradicional.
¿Cómo ha sido tu experiencia en El Salvador?
Estoy recién aterrizada y aún no puedo dar una perspectiva tan global, pero tengo amor a primera vista. Conocimos el Boquerón, Coatepeque y el Cerro Verde, y ha sido una aterrizada muy linda, la gente es muy amorosa. Es un país al que amo, aunque no había venido, porque es una gran parte de mi historia familiar... poder estar aquí y ponerle paisajes a todas las historias que me han contado desde chiquita me emociona, porque voy a estar muchos días por acá.
Y vienes con tu esposo y tu hijo...
Venimos toda la familia, vamos a pasar Navidad aquí también. Siempre andamos buscando qué hacer diferente como familia, para reconectar; se nos abrió la posibilidad y estamos en casa.
De qué se trata tu visita a nivel profesional
Estoy súper emocionada porque me han invitado de Escine a ser jurado del cuarto festival de cortometrajes de la escuela y vamos a dar una plática en la Biblioteca Nacional el viernes; voy a dar un taller para actores el sábado, y también vamos a dar una plática de salud mental la próxima semana. Tenemos una agenda súper nutrida de muchas oportunidades para hablar con la gente y entender cómo va creciendo esta pequeña industria del cine en El Salvador, a ver qué podemos ir planeando.
¿Ya habías participado en proyectos con El Salvador?
Fíjate que no, pero en mi vida sí. Mi papá fue corresponsal de guerra aquí en El Salvador y tengo muchos tíos y tías de cariño que se convirtieron no solo en parte de mi historia familiar sino de mi contexto social y me hace mucha ilusión tener la oportunidad de verles aquí; siempre les veo cuando nos visitan en México.
En el ámbito laboral, estaba comentando que venimos muchos extranjeros a contar las historias de El Salvador, pero pocas historias son contadas desde los salvadoreños para el mundo. Me hacen mucha ilusión las industrias crecientes, ese nacer de una posibilidad de que ahora los salvadoreños empiecen a contar sus propias historias y ya teniendo las herramientas, como este festival y esta escuela, de poder profesionalizarse mejor.
Te conocimos en la serie “Capadocia”, ¿cómo ha sido tu camino desde entonces?
Han sido muchos años, ya vamos para 18. Para mí ha sido muy emocionante. Así como se están empezando a gestar las cosas en El Salvador, yo lo vi en México, aunque teníamos una industria mucho más consolidada por el tiempo y por presupuestos, y he logrado crecer para ver una industria mucho más inclusiva... En México teníamos una visión muy sesgada, muy machista del cine y ahora hemos logrado uno más inclusivo donde cabemos muchas personas y podemos contar cada vez historias más diversas y más hermosas.
Siempre me frustraba por las historias que llegaban: si no era de la mano de mi padre y de Argos (su compañía), todo era corte patriarcal, muy tradicionalista, donde no cabíamos muchos mundos, pero ahora hay pa’ todos y pa’ todes. Es un cine más retador para el estatus quo y creo que para eso estamos: si el cine no es para crear crítica y para sacudir, entonces es solo para entretener, que se vale, pero no hay nada más rico en el arte que aquello que transforma y te sacude.
Esta carrera también te ha llevado a Hollywood...
Ha sido una experiencia mucho más natural de lo que yo hubiera esperado. Todos piensan que es como el “One Shine”, “One Opportunity” y para mí ha sido un ir y venir como las olas, como llegar a Hollywood y trabajar bien, y regresar a mi país, trabajar mejor, a gusto, feliz con la gente que amo, y luego regresar a trabajar con los gringos y pasarla bien...
No ha sido para quedarte...
No y no me interesa. Soy de una visión más hacia el sur. Creo que tenemos mucho que ofrecer en Latinoamérica y que el cine americano (por no decir Hollywood, porque no todo el cine en Estados Unidos es en Hollywood y no todo tiene el alcance como un blockbuster) es muy simple y cumple una función en una sociedad muy superficial, y a mí lo que me gusta es la entraña... y creo que la entraña no está pa’ allá. Y es algo que podemos dar los latinoamericanos como de forma más íntegra y honesta.
Pero, me gusta. He tenido la oportunidad de trabajar (en Estados Unidos) con las hermanas Wachowski (directoras transgénero, creadoras de la saga “The Matrix”) que justamente critican el mundo y lo juzgan a tal grado que “The Matrix Resurrections” es una película que habla sobre cómo la mátrix ha agarrado todo lo que es valioso, lo ha desarticulado y te lo vende empaquetado para que tú lo consumas, en lugar de que lo entiendas. Entonces estoy echada a perder por las Wachowski y por México y por mi familia (bromas).
¿Cuéntanos de tus últimos proyectos?
Terminé hace un par de años una serie que se llama “Yellow” que saldrá pronto con una productora increíble que se llama The Immigrant, son puras mujeres migrantes, y acabo de filmar una serie que se llama “Accidente”, para Netflix y el año que entra lo inicio con una historia que me emociona mucho y de la que no puedo decir nada y en agosto tendremos otra serie ya de mi productora, que se llama Anónima Media, donde nos dedicamos a contar historias desde nosotras para el mundo.
¿Cómo decidiste trabajar desde el lado del “todes”?
Para mí es una postura política. Todo lo privado es político, entonces las maneras en las que decidimos comunicarnos también son políticas. Yo busco un mundo donde quepamos todas las personas y donde nadie se sienta discriminado por su orientación sexual o por su identidad sexo-genérica. Cuando hablo con la prensa busco tener un lenguaje inclusivo porque también me gusta incomodar, siento que las personas que nos tomamos el riesgo de incomodar estamos dejando claro el mundo que queremos construir.
¿Cuál es tu mensaje para los futuros actores y actrices?
Mi mensaje para todas las personas creadoras de El Salvador, que quieren dedicarse a esta hermosa industria, es: el primer paso es haciendo y juntos, juntándonos entre todes. Juntarte con tus amigas y amigos que quieren contar historias también, que tenemos a la mano una gran herramienta que es el celular, y como Escine.
