La noche comenzó con la energía de los teloneros, la banda nacional Torniquete, quienes calentaron el ambiente con su enérgico set.
A medida que los minutos avanzaban, la expectación crecía, y cuando finalmente las luces se apagaron y el icónico logo de Ángeles del Infierno iluminó el escenario, el clamor del público fue ensordecedor. La banda, liderada por el carismático vocalista, se adentró en su setlist, interpretando clásicos que han marcado generaciones, incluyendo: Si tú no estás aquí, Sombras en la oscuridad, Con las botas puestas, Rocker, Prisionero, Jugando al amor, Al otro lado del silencio y Maldito sea tu nombre, despertando recuerdos y emociones en todos los presentes.
El vocalista, con su inconfundible carisma, conectó con la audiencia, creando un ambiente de complicidad y fervor. La banda supo mantener un equilibrio perfecto entre lo nostálgico y la energía del rock contemporáneo, logrando que cada canción fuera un himno coreado por los asistentes.
El público, compuesto por fans de varias generaciones, disfrutó de un espectáculo lleno de fuerza y pasión. Con un impresionante escenario compuesto por 5 pantallas y una gran calidad de sonido.
Al finalizar la noche, los aplausos resonaban en el gimnasio Adolfo Pineda con un lleno total por parte de los fans, dejando claro que la visita de Ángeles del Infierno al El Salvador había sido un éxito rotundo. El evento no solo celebró la música de la banda, sino también la rica escena del rock en el país, representada con fuerza por Torniquete.
Sin duda, un sábado para recordar en Santa Tecla, donde el rock se vivió intensamente.
¡Hasta la próxima, rockeros!