Desde su estreno en abril de 2024, el programa “Juego de Voces” es un fenómeno de audiencia que ha logrado lo que parecía imposible: sentar nuevamente a toda la familia frente al televisor.

Producido por TelevisaUnivision y conducido por la actriz y comediante mexicana Angélica Vale, el programa ha traído de vuelta la televisión de los domingos, combinando nostalgia, talento generacional y una producción de primer nivel.

Nostalgia en tiempos de streaming

La fórmula del éxito está en su formato original, creado por Marcelo Strupini, que enfrenta a artistas consagrados con sus hijos o nuevas promesas en duelos musicales.
Divididos en los equipos de “Las Leyendas” y “Las Estrellas” (cantantes de una nueva generación), los participantes no solo demuestran su talento vocal, sino también los lazos emocionales que los unen.

Uno de los momentos más virales y entrañables de la temporada fue el reencuentro en el escenario entre la cantante mexicana Lucero, participante del programa, y su eterno personaje de la infancia “Chispita”, en un homenaje que hizo vibrar a los fans de las telenovelas clásicas y evocó la añoranza de generaciones que crecieron con esas figuras.


Precisamente, la nostalgia es uno de los elementos que más ha conectado con la audiencia, especialmente a través de los resúmenes del programa que se han disparado virales en redes sociales como TikTok y X (Twitter).

Ver a la cantante y actriz Lucero cantar con su hija Lucerito Mijares o bien a Angelica Vale revivir momentos de su infancia artística, ha tocado fibras emocionales en quienes crecieron con ellas.

Ese guiño al pasado, combinado con talento fresco y una producción de alto nivel, ha sido la fórmula perfecta para recuperar el lugar de la televisión en los hogares mexicanos, sin dejar de lado que las familias latinas en Estados Unidos también están conectadas a sus raíces a través del show.

El programa apuesta por reunir a estrellas de la música de distintas generaciones: Emmanuel, Mijares, Lucero, Yuri y Manuel Mijares comparten escenario con nuevos talentos como Lucerito Mijares, Alexander Acha, María León y Kalimba. Esta combinación ha generado una conexión intergeneracional que se refleja en los ratings.

La audiencia responde con creces: “Juego de Voces” ha liderado los domingos, superando a formatos como “MasterChef Celebrity”. En la final de su primera temporada, duplicó los números de su competencia directa, con 2.1 millones de espectadores frente a 1.05 millones.

Producción de alta calidad

La segunda temporada del reality, que concluye este fin de semana, se ha destacado por una mejora sustancial en la producción: escenarios espectaculares, cámaras con tomas aéreas tipo drone y efectos visuales que dan un toque moderno sin perder la esencia familiar.

Conexión con un toque humano

Por otra parte, Angélica Vale es un pilar fundamental del éxito. Su carisma, experiencia y conexión natural con los artistas y el público la han consolidado como la conductora ideal para un formato que requiere sensibilidad y cercanía. Asimismo, el programa hace que sus estrellas desnuden su alma sin morbo ni amarillismos, haciendo momentos naturales íntimos sin intromisiones.

Y es que, el programa no solo entretiene: cada participación suma puntos para causas benéficas, lo que añade un valor emocional extra. Además, la votación del público presente en el foro le da dinamismo y participación directa, fortaleciendo el vínculo entre el show y su audiencia.


La gran final de la segunda temporada del programa mexicano se transmitirá este fin de semana por Las Estrellas y la plataforma ViX. Y las buenas noticias no terminan ahí: estaría por confirmarse una tercera temporada para el próximo año.

En tiempos dominados por el streaming, “Juego de Voces” ha demostrado que cuando hay emoción, calidad y conexión, los formatos tradicionales como la televisión abierta siguen vivos. Y canta más fuerte que nunca.