La crítica y el público han hablado. El stop motion de Guillermo del Toro parece ser la versión favorita de Pinocho por encima del live action de Disney. Ambas películas se estrenaron este año y mientras el remake de Pinocho de Disney recibió muchos comentarios negativos de la crítica especializada, la animación de Del Toro ha sido altamente elogiada después de su paso en importantes festivales de cine.
Según el sitio Rotten Tomatoes, que mide el nivel de aprobación de las producciones del cine, Pinocho de Guillermo del Toro recibió un 85% de aceptación de la audiencia y un 97% de la crítica.
Por su parte al Live action de Disney no le fue tan bien, ya que el nivel de aprobación del público tan solo es de un 29% para este filme mientras que el puntaje de la crítica es aún menor con solo un 27%.
La gran diferencia de aprobación de la crítica entre ambas películas también se evidencia en las reseñas de los medios estadounidenses. La especialista en cine de “Esquire” Emma Carey afirma que ni siquiera Tom Hanks en su papel de Gepeto pudo salvar al live action de Disney, sin embargo afirma que la obra de Del toro ofrece un nuevo aliento al género de fantasía.
“Desde su proceso de animación increíblemente dedicado, pasando por un guión que juega con la inteligencia de su público adulto, hasta incluso ofrecer nuevas lecciones a los viejos fans, Pinocho de Guillermo del Toro, insufla un nuevo aliento al género de los cuentos de hadas”, escribió Carey en su reseña.
Por su lado, los críticos de The Hollywood Reporter escribieron que Pinocho de Disney es "un trabajo bien intencionado que en gran medida fracasa, llega como otro artilugio en el 'remake' de Disney, cuyo pedigrí ofrecía la esperanza de algo mejor", mientras que afirman sobre la obra de Guillermo que es “perfectamente imperfecta”.
Ambas películas son totalmente distintas. Mientras el live action de Disney trata de apegarse a la animación de 1940 con una gran cantidad de temas musicales y optando por la diversidad en sus protagonistas, el stop Motion creado por el director del "Laberinto del Fauno" habla de temas profundos como la muerte y la guerra, tomando algunos elementos del cuento original y reinventando otros en el contexto de la Italia fascista de Benito Mussolini.
