La presentadora Larissa Vega Graniello, que este miércoles participó de manera virtual en su programa "Arriba mi gente", quiso sincerarse en sus historias de Instagram acerca de la experiencia de ser mamá, que ella disfruta al máximo pero no ha sido nada fácil. Fue así como recordó el complicado nacimiento de su primogénito Gianmarco, a lado de su pareja Hans Pinto.
"Esta fue definitivamente la experiencia más difícil de toda mi vida. Mi fecha probable de parte siempre fue 12 de junio... Mi hijo nació un 17 de junio, es decir, cinco días después de mis 40 semanas", reveló la santaneca. Sus médicos le anunciaron que debían inducir el parto: "personalmente no estaba informada sobre esa 'tercera opción', porque creo que nunca pensé pasarme del tiempo... Un parto inducido es provocar que el útero se contraiga durante el embarazo con medicamentos y herramientas, antes que el parto comience por sí solo", contó.
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Larissa se encontró así con una opción que ella no había estudiado. "Estaba muy asustada, el desconocer las cosas te hace sentir un poquito más nerviosa e ir más insegura, pero yo solamente se lo entregué a Dios... Al final estuve 37 horas en labor de parto, un procedimiento muy doloroso como cualquier parto pero que tuvo complicaciones por ciertas decisiones que se tomaron. Y al final terminamos en una cesárea de emergencia", reveló la exreina de belleza.
Además, relató que sufrió un tipo de depresión las semanas siguientes al alumbramiento. "Nunca me había sentido como me sentí las dos semanas sigueintes después de tener a mi bebé. No sé si lo que me pasó es que me deprimí, pero fueron semanas donde yo solamente sentía que existía, no me quería bañar, no quería comer y esto es ajeno ala parte física", completó Vega, pero por fortuna hoy está muy feliz con su bebé.
Larissa invitó a las futuras mamás a informarse sobre la opción del parto inducido, y les recordó que no están solas en este sentimiento.
