Eso sí, dejó bien claro que nadie la obligó a estar en el certamen, que fue su decisión, y que estos episodios negativos no estuvieron a cargo del maquillista Luis Vega -quien dijo, fue solo un trabajador más que acataba indicaciones- ni de Carlos Jiménez, director de Reinado de El Salvador y propietario de la franquicia de Miss Universo El Salvador que, como se sabe, jugó un papel secundario en esta edición, y que en 2015 le otorgó la corona para ir a Miss International 2016 en Japón, donde ella entró al Top 15.
Agregó que un día antes de la final habló con la gran favorita del certamen (Fátima Cuéllar) y llegaron a la conclusión de que "nos usaron" para arreglar el concurso para la ganadora: Isabella García-Manzo, a quien de todas maneras dice apoyar. Al enterarse que no entraba al Top 5 de finalistas, decidió quitarse su vestuario de gala, dejarlo y abandonar el evento.
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