Esta tradición tomó mayor popularidad entre los jóvenes, quienes muy emocionados la realizan durante la cena de año viejo esperanzados de que les atraiga “vibras y energías” positivas para que puedan encontrar una pareja sentimental durante el próximo año.
Tradicionalmente se dice que este “ritual” se debe realizar durante los primeros segundos del 1 de enero, es decir que durante los últimos segundos del 31 de diciembre las personas ya deben estar debajo de la mesa para que esta creencia tenga resultados el próximo año.
Alrededor del mundo hay muchas personas que aseguran que gracias a este ritual lograron conocer a su pareja ideal, pero también hay muchas personas que terminan decepcionados por los malos resultados que este genera.
Independientemente los resultados, meterse debajo de la mesa durante la noche del 31 de diciembre y los primeros minutos del 1 de enero cada vez toma mayor popularidad entre las sociedades del mundo, y también se torna una actividad de diversión y convivio entre las familias que están reunidas durante la noche del año viejo.