Eran las 00:00 de este martes y miles de salvadoreños se encontraban conectados a sus dispositivos móviles o computadoras a la espera desde la noche anterior de alcanzar a comprar boletos para el concierto de Bad Bunny en El SAlvador que será el próximo 26 de noviembre.

Ante la situación que pocos minutos después las entradas de los puestos más cercanos al escenario se habían agotado en dicha compra digital, muchos optaban, según el space de Twitter "Giveaway para Bad Bunny", de comprar generales o esperar a asistir a las ventas presenciales de este mismo martes a partir de las 9:00 de la mañana.

Y es que horas más tarde, 15 minutos antes de las 4:00 am, según un guardia de seguridad del centro comercial Metrocentro, se acercó a las instalaciones la primera persona que esperaba comprar sus boletos.

Diario El Mundo se acercó al establecimiento para ver la afluencia de personas. Eran las 8:50 am y ya se encontraban poco más de 200 personas que hacían fila desde el punto de ventas en la octava etapa del centro comercial hasta la parte exterior del establecimiento.
El primero en la fila fue Juan González, quien desde el municipio de Cuscatancingo abordó un servicio de transporte privado para llegar temprano y obtener su entrad. González intentó comprar su entrada Platinum en línea, pero dijo le fue imposible.

"Ahorré desde hace dos meses, me gusta la música (de Bad Bunny)", contó en exclusiva a Diario El Mundo.

Por su parte una joven que se encontraba poco más atrás, que sólo quiso identificarse como Fanny Virginia, dijo haber venido desde el oriente del país para conseguir su entrada.

"Vine como a las 6:00, pero antes vino una amiga que estaba desde las 5 de la mañana. Yo soy de Usulután y Bad Bunny me gusta mucho la verdad y vivir un poco de la experiencia de los conciertos de él es genial", expresó con entusiasmo.

Virginia dijo haber estado lista en línea del día lunes desde las 4:00 pm., pero que aún así le fue imposible lograrlo pasada ya las 10:30 pm.

En la venta de boletos presenciales ya solo se les permitía a cada persona realizar compras de hasta dos entradas, mientras que en la noche del lunes se podrían comprar hasta cinco.

Vale mencionar que dentro de las instalaciones comerciales había miembros de seguridad de la compañía organizadora del evento, así como miembros de la Policía Nacional Civil.