El poeta y escritor salvadoreño lanza su primera novela en la que narra la odisea que viven los centroamericanos al migrar ilegalmente a Estados Unidos.
“Solo fue un sueño” es la más reciente publicación del escritor salvadoreño Carlos Andrés Villacorta, en la que describe el éxodo que los centroamericanos deben afrontar en búsqueda del anhelado sueño americano.
La novela narra la historia de Mario, un joven padre de familia originario de El Salvador que emprende el viaje hacia Estados Unidos en búsqueda de mejorar la calidad de vida de su familia.
Sin documentos e ignorante de los riesgos que le esperan en su travesía, Mario se aventura con unos pocos dólares en la bolsa y en la frontera de México es abandonado por el “coyote” a su suerte, sin saber hacia dónde ir y sin un lugar en donde pasar la noche. Sin embargo, el salvadoreño pronto se dará cuenta que puede encontrar bondad y misericordia aun en medio de las dificultades, y hallará el rumbo que su vida necesitaba de una forma inesperada.
Además de la difícil realidad de la migración la novela trata también otras problemáticas sociales de los países centroamericanos como la explotación laboral, la desintegración familiar y las barreras impuestas por la religión, en contraste con la espiritualidad que inspira a Villacorta y el estilo poético que lo caracteriza, para así resaltar en medio de la adversidad la grandeza del país que lo vio nacer.
Villacorta es un poeta y novelista salvadoreño que nació el 3 de octubre de 1945. Creció en la ciudad de Soyapango departamento de San Salvador y ha publicado su obra poética en periódicos como Diario El Mundo de El Salvador y Diario El Sol en Alajuela, Costa Rica. Su poemario Sangre en los Pétalos fue publicado en los Ángeles California y es un escritor que se ha caracterizado por la crítica social abordando problemáticas latentes de la realidad salvadoreña y siempre haciendo un espacio para resaltar las bellezas del país al que él llama, su “querida patria chiquita”.
“Solo fue un sueño” de Carlos Villacorta ya está a la venta en la plataforma de Amazon en El Salvador y Estados Unidos. En la entrevista que concedió el poeta y novelista a Diario El Mundo cuenta un poco de la inspiración y propósito que tiene para contar esta historia.
¿Por qué decide escribir “Solo fue un sueño”?
Esta obra en sí está dedicada al pueblo salvadoreño, a este pueblo que yo amo tanto y que ha sufrido mucho yendo tras ese “sueño americano”. (Algunos) han ido a pie hasta allá sin conocer tal vez la geografía, la enorme distancia que tienen que recorrer.Hay tantos casos de personas que pasaron penalidades durmiendo en el suelo con niños, en la novela se muestra el atropello de parte de las autoridades norteamericanas cuando las personas llegan al muro. En el gobierno de Trump ha habido casos de personas que iban con niños, que creyeron ingenuamente que las iban a recibir por ir con niños y les iban a decir “pasen adelante”. Pero no fue así, lo que hicieron fue echarles gases lacrimógenos y gas pimienta.
En la novela narro, por ejemplo, como un padre de familia, (eso fue un caso real) que intentando cruzar el río por salvar a su hija se ahoga con ella.
Estando allá en Estados Unidos me di cuenta del sufrimiento de las personas centroamericanas. El rio de gente que llega allá y que anda deambulando buscando trabajo, encontré varias personas que preguntaban direcciones, que caminaban enormes distancias, allá es un mundo diferente.
Las personas viven afligidas, cuidando sus trabajos porque lo más preocupante es el pago del alquiler de casa, eso los mantiene en una aflicción tremenda. Para ellos (los centroamericanos) somos del tercer mundo somos personas que llegamos a hacer trabajos que ellos ya no quieren hacer, y el dinero que se gana en Estados Unidos es una ilusión óptica porque, así como se gana se va, esos dólares que vienen de allá a la gente le cuestan lágrimas.
¿Cuál ha sido su inspiración para esta novela?
Como poeta y escritor siento que esto es una misión a cumplir, un mandato, el poeta escribe un dictado de su corazón, algo que uno siente que nace sin saber por qué, es un proceso de iluminación como lo define Platón.Como decía Rubén Darío, yo siento en el alma una alondra cantar, todos los poetas tienen dentro un pájaro que este prisionero y quiere salir y cantar. Mi mal es soñar, mi mal es la poesía. Si supieran lo que un poeta lleva en el alma, no solo hay alegrías también se lleva dolor, y el dolor hace que uno escriba, yo creo que es un resorte maravilloso que lo impulsa a uno a escribir porque cuando uno escribe se desahoga, uno ha hecho una catarsis. Con mi primera novela subí un escalón más y les pido que la lean porque lleva todo mi alma y sentimiento.
¿Cuál es el impacto que espera que esta obra tenga en la sociedad salvadoreña?
Yo quiero lograr que esta obra también despierte el amor por la patria, que reviva los valores, que comprendamos que tenemos una bella patria, que nuestra patria no tiene copia, que es única, la escribí con mucha emoción.Busco generar conciencia. Conciencia de que hacer ese recorrido sin documentos es un riesgo tremendo, yo no estoy en contra de que la gente vaya (a Estados Unidos), para conocer el bosque hay que saborear los árboles, para que no les cuenten historias, porque la gente cuando está en el país piensa que allá es un paraíso. Es necesario que la persona se monte en “ese potro” que vea como es ese caballo, que sienta el sabor de esa copa para que sienta, como Rutilio Quezada decía, “El Dolor de Patria”.
En la obra también hago denuncia de los gobernantes malos que hemos tenido, porque a nuestra patria la han saqueado desde que tengo memoria, con los militares que eran los designados para apalear a la gente, luego cuando vinieron “los de corbata” y salieron peor, ya que hicieron una piñata del tesoro nacional .
