El resultado final lo conocemos todos, pero esto no quita que por unos momentos Francia rozase la épica máxima en una definición para la historia en la Copa del Mundo de la que empiezan a conocerse aún más detalles.

Mientras Le Bleus arden por el escándalo alrededor de Karim Benzema, sale a la luz la charla técnica que con Kylian Mbappé a la cabeza, por poco lleva la tercera estrella a París: “No podemos hacerlo peor”.

Eran cerca de las 7 de la tarde en Doha, con Argentina vencía por 2-0 y con una Francia bailada en todos los sentidos. Didier Deschamps ya había realizado dos cambios, pero la cosas seguían igual y llegaba la hora de tocar la fibra más intima de un grupo de jugadores que en la segunda mitad demostró por qué defendía la condición de campeón del mundo. L’Equipe desvela todo.

“Chicos, les diré sin enfadarme. ¿Sabe usted la diferencia? ¡Es que ellos, allá, están jugando una puta final del Mundial y nosotros no la jugamos!”, habría empezado Deschamps en un discurso que rápidamente fue acompañado por Kylian Mbappé y por Steve Mandanda, tercer portero de la selección y pieza angular del grupo que minutos más tarde igualaría todo en hasta dos ocasiones.

L’Equipe apunta que Mandanda pidió calma, volver a empezar con todo y borrar los primeros 45 minutos: “Ahora muchachos, ya está hecho, perdemos 2-0 (...) Todos lo hicimos una vez, darle la vuelta al juego. Y es posible. Pero hay que salir al campo con otro estado de ánimo, muchachos. ¡No es posible hacer eso!”.

“¡No podemos hacerlo peor! ¡Es una final de la Copa del Mundo! truena el delantero del Blues. ¡Es una Copa del Mundo muchachos, es el juego de su vida! De todos modos, no podemos hacerlo peor de lo que hicimos”, las palabras de Kylian Mbappé antes de marcar su hat-trick y de por poco, rozar la mayor épica que se haya visto nunca en una final del Mundial.