El asesor de seguridad nacional, Jorge Alejandro Muyshondt Álvarez, cumplió ayer 15 días sin ser acusado por la Fiscalía General de la República, luego que el pasado 9 de agosto fuera capturado por la Policía Nacional Civil (PNC) bajo los delitos de “revelación de hechos, actuaciones o documentos secretos por empleado oficial” y de “favorecimiento de la evasión” en beneficio del expresidente Mauricio Funes.

Desde el día de su captura, debía ser presentado ante los juzgados a las 72 para ser imputado oficialmente de la acusación; sin embargo, bajo el contexto del régimen de excepción, los plazos se han ampliado hasta los 15 días, ninguno sin sobrepasar ese máximo, aún así, hasta ayer no fue remitido.

Diario El Mundo consultó con fiscales sobre la acusación de Alejandro Muyshondt, pero afirmaron que al interior de la institución el caso es tratado con máxima reserva.

De acuerdo con la información que proporcionó el presidente Nayib Bukele el día de su captura, Muyshondt habría ayudado al expresidente Mauricio Funes Cartagena a no ser capturado.

Añadió que un personero del Organismo de Inteligencia del Estados (OIE) habría avisado a Muyshondt sobre una investigación en su contra por ser “un doble agente”. Según Bukele, fungía como un “doble agente” desde el 2009 para el expresidente Mauricio Funes, así mismo, era informante de tres periodistas de investigación, un gobierno extranjero y varios ciudadanos extranjeros.

Esa sería la razón, según Bukele, por la cual Muyshondt “decidió filtrar pruebas que acusaban a un diputado (Erick García)”, algunas concluyentes y otras que “requerían mayor investigación, como el posible consumo de droga adquirida a un narcotraficante de alias “Anubis”.

El 27 y el 31 de julio, Muyshondt publicó imágenes y audios de conversaciones que supuestamente vinculan al diputado Erick García de posible tráfico de droga, lavado y nepotismo.

Muyshondt, según Bukele, tuvo acceso a una “pequeña parte de elementos de prueba” y decidió “filtrar pruebas que acusaban a un diputado”. También habría “amenazado” con publicar más pruebas, algunas falsas, según Bukele.