Angelica Ramírez o como la conocían sus amigos “Angie” tenía el sueño de ser enfermera desde muy pequeña, llegando incluso a sacar su bachillerato en dicha área, sin embargo, la noche del pasado sábado ese sueño fue truncado, tras ser una de las víctimas en la estampida ocurrida en el Estadio Cuscatlán.

Ante dicha tragedia, la familia Ramírez acompañados por amigos se reunieron ayer por la tarde para darle un último adiós y ser enterrada en el Cementerio Municipal de Panchimalco, en San Salvador.

“Nosotros solo pedimos justicia, sabemos que hay más de un culpable y lo que buscamos es que todos paguen por lo que nos han hecho, ellos nos quitaron a una madre, una hermana, una prima y especial han quitado una hija, mis padres están destrozados por la pérdida, le quitaron sus sueños de ser enfermera” dijo Jorge Ramírez, hermano de Angie y quien también fue golpeado en la estampida en el estadio.

La familia de Angie explicó que ella era una fiel aficionada del Alianza FC, asistió por primera vez al coloso, sin imaginar que durante esa visita perdería la vida.

Gloria Olivares, una de las mejores amigas de la fallecida, contó que Ramírez, siempre había soñado con ser enfermera pero que las condiciones económicas nunca le permitieron ejercer o seguir estudiando.

“Ella y yo éramos muy amigas, cuando ella quedo embarazada si ella se sentía mal yo también, estábamos conectadas, ella siempre contaba que hubiera querido ser enfermera, creo que ese fue siempre su mayor sueño, poder sacar adelante a su familia y a su hijo con eso, uno no sabe cuándo va acabar la vida de uno pero ella no merecía morir de esta manera” contó Olivarez quien fue compañera de trabajo por 10 años.

La familia Ramírez manifestó que no recibieron la ayuda económica que recibieron por parte del Instituto de Deportes INDES, pese a que la institución dijo por medio de un comunicado publicado el 21 de mayo, donde especificaba que daría una compensación económica a las familias de los fallecidos.