Eran las cuatro de la madrugada cuando los salvadoreños fueron levantados violentamente de sus camas con aquel movimiento de tierra que generó inicialmente pánico y luego dolor y luto tras la destrucción y muerte que provocó.
Era el 3 de mayo de 1965 y San Salvador y varias poblaciones adyacentes, especialmente Soyapango, Ilopango, Mejicanos, Cuscatancingo, Villa Delgado, San Marcos y Santo Tomás, fueron fuertemente afectadas.
La gente alarmada se lanzó a la calle. Se cortó el servicio eléctrico como medida de prevención para evitar incendios, y las comunicaciones telefónicas también se vieron interrumpidas.
El gobierno del presidente Julio Rivera declaró estado de emergencia y prohibió la alteración de precios de víveres y productos de primera necesidad. El gobierno también pidió a la población observar "ejemplar compostura, mantenerse vigilantes, evitar toda confusión y el pánico, cooperar con las autoridades" y atender las medidas del Comité Nacional de Emergencia.
Se desalojaron viviendas, edificios. Se suspendieron las clases, se cerraron los cines y en las oficinas públicas, los empleados fueron enviados a sus casas, con excepción de los servicios estrictamente necesarios.
La Cámara de Comercio recomendaba el cierre de fábricas y establecimientos comerciales ante la serie de temblores, réplicas del terremoto principal.
El terremoto -de magnitud 6 en la escala Richter- dejó al menos 125 muertos y 500 heridos, así como docenas de miles de damnificados.
Los periódicos de la época reportaban grietas en el edificio Rubén Darío -que finalmente colapsaría en el terremoto de 1986- y daños en la Universidad de El Salvador, el Ministerio del Trabajo, la Penitenciaría Central, el aeropuerto de Ilopango, la Fuerza Aérea, entre otros.
En la colonia Santa Lucía de Ilopango se reportan serios daños, en la calle Concepción de San Salvador se cayeron varias paredes de viviendas, sobre la calle principal de Mejicanos se reportaba el derrumbe de un mesón y varias casas donde quedaron soterradas varias personas. Un mural cayó en el aeropuerto de Ilopango y las huellas de los daños en la UES eran evidentes.
Nota: Las imágenes que publicamos corresponden al desaparecido periódico Tribuna Libre en la edición del 3 de mayo de 1965 y días posteriores.
Imagen de los daños por el terremoto de 1965 en Villa (hoy Ciudad) Delgado.
