Cerca del mediodía de un jueves 26 de junio de 1980 sucedió la intervención militar más prolongada de la Universidad de El Salvador, ordenada por la Junta de Gobierno que entonces encabezaba José Napoleón Duarte junto a otros políticos demócrata cristianos y oficiales militares.

Fuerzas combinadas del Ejército y de los cuerpos de seguridad, apoyadas por helicópteros, penetraron al mediodía del jueves 26 de junio a la Universidad de El Salvador después que en una zona marginal adyacente, conocida como “La Fosa”, se produjo un enfrentamiento armado con “extremistas” que dejó un saldo de por lo menos 15 muertos.

Los sucesos se originaron poco después de las 10 de la mañana en el sector norte de la Universidad, desatándose un intenso tiroteo, lo cual obligó a los habitantes de comunidades vecinas a permanecer encerrados mientras soldados, policías y guardias nacionales uniformados cerraban una área de 40 manzanas en torno a la Universidad.

Algunos subversivos huyeron hacia al interior de la Universidad y los militares los persiguieron, incursionando al campus.

La intervención militar duraría cuatro largos años. La Junta de Gobierno ordenó la ocupación de las sedes de la universidad, la sede oriental ubicada en San Miguel. Unos días antes, el 13 de junio la Facultad Multidisciplinaria Occidental de Santa Ana había sido ocupada por los militares.

La ocupación militar generó terror en el campus universitario./DEM
La ocupación militar generó terror en el campus universitario./DEM



Miles de evacuados

Cuando la intervención militar se desató, las autoridades universitarias pidieron auxilio a cuerpos de socorro ya que en las instalaciones de la UES había miles de civiles. Después de horas de represión los militares dejaron salir a las personas.

Los militares revisaban la documentación de los universitarios antes de dejarlos salir./DEM
Los militares revisaban la documentación de los universitarios antes de dejarlos salir./DEM


En el interior de la Universidad se observaba a los cuerpos de seguridad y militares que reconcentraban en grupos a estudiantes, catedráticos, empleados, funcionarios de la UES y otras personas. Les pedían sus documentos y se les comenzó a permitir su salida. Eran evacuados en vehículos de los cuerpos de socorro.

La Cruz Roja evacuó unas cinco mil personas en todas sus ambulancias y un camión. Los niños de las escuelas España y Alberto Masferrer también fueron llevados a la Cruz Roja donde fueron censados y ahí llegaron a recogerlos sus padres.

La Cruz Roja evacuó a unas cinco mil personas de la UES./DEM
La Cruz Roja evacuó a unas cinco mil personas de la UES./DEM

Cateo y destrucción

Al día siguiente, batallones de militares cateaban la Universidad, en busca de posibles escondites de armas en diferentes facultades. Hallaron mucha propaganda izquierdista, mantas, instructivos sobre manejos de armas, botes de pintura, literatura sobre guerrillas, varias candelas de dinamita, algunas armas.

Los militares iban piso por piso derribando puertas en oficinas, locales estudiantes, bibliotecas, laboratorios, aulas. En otras facultades rompían vidrios de oficinas para penetrar en las mismas.

Condena

La tarde del viernes, el rector Félix Ulloa y representantes de la Asamblea General Universitaria condenaron la ocupación y demandaron su desalojo.

Ulloa denunció que la ocupación fue el epílogo de una serie de actos contra la Universidad que “han dañado moral y físicamente el centro de enseñanza superior”.
“Nosotros pedimos al gobierno el cese de tanta represión y el debido respeto a la autonomía universitaria”, decía Ulloa.

Las autoridades universitarias denunciaron entonces la destrucción de muebles, equipo y material didáctico, así como equipo de laboratorio.


Autoridades universitarias condenaron la ocupación. El rector Félix Ulloa (cuarto de izquierda a derecha) sería asesinado en octubre de ese año./Archivo DEM
Autoridades universitarias condenaron la ocupación. El rector Félix Ulloa (cuarto de izquierda a derecha) sería asesinado en octubre de ese año./Archivo DEM


Ulloa -padre del actual vicepresidente Félix Ulloa- fue asesinado en octubre de ese año.


No fue la única ni la última intervención militar a la UES, pero sí la más larga. Habría otra intervención más el 12 de noviembre de 1989 y su ocupación duraría un año. Entre 1986 y 1990, hubo un cerco militar al campus a cargo de la Primera Brigada de Infantería a cargo del coronel Francisco Elena Fuentes.