Carrillo aseveró que debido a las redadas masivas desde el pasado 27 de marzo, la tasa de detenciones en El Salvador ha aumentado de 560 por cada 100,000 habitantes a 1,317 “es decir que hemos triplicado casi, poniéndonos por encima de la tasa de Estados Unidos, y convirtiéndonos en el país con más personas detenidas a nivel mundial”, dijo ayer en la entrevista de YSUCA.
Añadió que el nivel de hacinamiento en las prisiones salvadoreños está en detrimento de los lineamientos internacionales, en cuanto a los espacios físicos.
Además, señaló que no se cumple el objetivo constitucional de las penitenciarías: el de reformar y reinsertar a la sociedad, a los reos, tras su condena.
“Lo que va a suceder es que cuando las personas salgan del sistema penitenciario, van a seguir cometiendo hechos delictivos”, dijo Carrillo.
Hemos triplicado casi (el hacinamiento), poniéndonos por encima de la tasa de EE UU y convirtiéndonos en el país con más personas detenidas a nivel mundial". Héctor Carrillo, Fespad
Medida.
El 25 de marzo inició una escalada de homicidios en El Salvador y el siguiente día quedó registrado como el más mortal de la historia reciente en el país: 62 crímenes, supuestamente a manos de las pandillas. Ese fin de semana terminó con 87 homicidios y un régimen de excepción que a la fecha lleva su cuarta prórroga.En marzo, el presidente de la República, Nayib Bukele, ordenó aumentar las medidas en las cárceles, como consecuencia del aumento de los homicidios y aseguró haberles declarado la guerra. La dirección de Centros Penales hizo requisas en los recintos y el mandatario ordenó reducir las raciones de comida, además de quitar las horas de sol.
Los detenidos en el régimen de excepción eran trasladados de las bartolinas a las penitenciarías más grandes, como el Complejo Izalco y luego, hacia La Esperanza y el resto de penales del país.
Previo al estado de excepción, las cárceles salvadoreñas ya reportaban un importante nivel de hacinamiento, pero que había venido en disminución.