Los datos del Ministerio de Educación señalan que durante el 2021, el 49 % de los estudiantes de bachillerato tenía sobreedad entre uno y tres años, unos 82,997 alumnos; en otras palabras, su edad era superior del promedio, de acuerdo al grado en curso.

El 29 % de los matriculados en bachillerato tiene un año de sobreedad, unos 49,424 estudiantes, la cifra más grande en este nivel educativo.

El grupo con más años de sobreedad corresponde a aquellos que dejaron de estudiar entre tres o más años, estos son unos 18,235 estudiantes, equivalentes a un 10.7 % de la población matriculada el ciclo anterior.

Actualmente, el Ministerio de Educación desarrolla el programa de modalidades flexibles que ofrece alternativas para seguir la educación, desde básica hasta bachillerato de forma semipresencial, a distancia, nocturna, acelerada, virtual y prueba de suficiencia. Este esquema inició en 2005.

Dentro de los niveles educativos, tercer ciclo de educación básica se lleva el segundo lugar con más alumnos que cursan su año con una edad superior: el 47 % de estos.

Segundo ciclo de educación básica acumula el tercer lugar en el porcentaje de estudiantes con más sobreedad: el 44.5 % de la matrícula, mientras que un 40.6 % de los niños de primero a tercer grado también están en la misma condición.

La cifra me parece escandalosamente alta, es probable que tenga que ver con el desempeño de 2020 que fue el año pandémico fuerte”. Óscar Picardo, académico y director del ICTI-UFG

Escándalo e inefectividad.

El investigador y académico, Óscar Picardo, calificó las cifras de “escandalosas” ya que superan los datos de años anteriores.

“La cifra me parece escandalosamente alta, es probable que tenga que ver con el desempeño de 2020 que fue el años pandemico fuerte, pero en general la sobreedad está vinculada a la resistencia y al trabajo infantil y descuido de los estudios”, afirmó Picardo.

Asimismo, la directora del Departamento de Estudios Sociales (DES) de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), Helga Cuéllar, explicó que los datos de sobreedad revelan la inefectividad del sistema educativo, y su plan para contrarrestar el fenómeno.

“Es una clara manifestación de inefectividad del sistema que no logra que todos los estudiantes que entran en primer grado se gradúan de bachillerato, es decir, no cumple su misión como debe, y que es que las personas entren, se queden y se gradúan del bachillerato y sobre todo que llegan a la universidad”, explicó Cuéllar.

Cuéllar aseguró que los factores que determinan la sobreedad son los mismos que ocasionan la asistencia y deserción escolar, vinculados principalmente por limitantes económicas.

Picardo afirmó que los estudiantes en su mayoría con sobreedad provienen de zonas rurales o urbanas marginales.

Las cifras de Educación también indican que el 43.9 % de los estudiantes de educación básica tiene sobreedad, siendo un año de edad el porcentaje más elevado con 277,192 estudiantes.

Es una clara manifestación de inefectividad del sistema que no logra que todos los estudiantes que entran en primer grado se gradúan de bachillerato”. Helga Cuéllar, directora de del Depto. de Estudios Sociales Fusades

Falta de interés.

“En bachillerato, la falta de interés es lo que más influye que los estudiantes dejen de asistir a la escuela o desertan. En segundo lugar, está el trabajo, respecto a los niños, ya que se van a trabajar, a buscar ingresos para ayudar a su familia, en el caso de las niñas es más común que sea porque trabajan en el hogar, hacen trabajos de cuidado o salen embarazadas”, añadió Cuéllar.

Otro de los factores determinantes que originan que los estudiantes se atrasen o dejen de estudiar es la falta de interés, aseguró Cuéllar, quien señaló que hay indicadores que independientemente del nivel de ingreso de las familias y de los niveles educativos, o área geográfica, es la principal causa que podrían originar en la deserción de los estudiantes.

Alumnos-con-sobreedad-bachillerato
Alumnos-con-sobreedad-bachillerato



Además, aseguró que el abordaje de la sobreedad recae en el sistema educativo y también en los profesores que no logran adaptar la enseñanza para este grupo de estudiantes, y más bien se ve de “manera simplista” el fracaso escolar de los estudiantes.

Estigmatización.

Picardo explicó que entre las consecuencias que se originan por la sobreedad en los estudiantes están temas estructurales y personales.

“Hay impactos estructurales y de sistema, y otro tipo de impactos más personales y emocionales, que una persona de mayor edad esté con compañeros de clases de menor edad, pueden generar efectos de inconformidad y ambientes no similares, así mismo implica retrasar los planes de desarrollo profesional y humano sobre todo si la sobreedad es arriba de dos o más de tres años es más crítico”, aseguró Picardo.

Picardo recordó que el fenómeno en años anteriores evidenció que la sobreedad permitió que jóvenes pandilleros con sobreedad influenciaran a jóvenes de menor edad.

Mientras tanto, Helga Cuéllar explicó que es necesario cambiar la percepción en los padres de familia y estudiantes acerca de la sobreedad, ya que en los estudiantes se hace visible en planteamientos sobre que están fuera del sistema, y que lo mejor sería dejar de estudiar por no pertenecer a ese grupo de edad.

“Los niños y jóvenes con sobreedad son más vulnerables y enfrentan mayor riesgo de desertar de las escuelas, es porque tienden a tener baja autoestima, son estigmatizados y persuadidos a dejar la escuela o son forzados a trabajar”, afirmó Cuéllar.

Solución

Ante el incremento de los estudiantes de educación media con sobreedad, Óscar Picardo explicó que las estrategias que se deberían de echar a andar por las autoridades sería la educación acelerada y de conocimiento comprimido para suplir ese fenómeno.

“Hay que hacer una campaña de sensibilización a docentes, a padres y a jóvenes que vale más estar en las escuelas que dejar de estudiar; y que no importa la edad que se tenga hay que hacer el esfuerzo por aprender”, puntualizó Helga Cuéllar, de Fusades.