Según el rector, la comunidad estudiantil rondaba los 200,000 pero ahora ha bajado a cerca de 180,000. “Muchísimos jóvenes al cerrarse las escuelas no tuvieron capacidad de reacomodarse, no tuvieron capacidad de readecuarse porque no tenían computadoras, porque dicen que (hay) zonas donde no llega el internet y no pudieron incorporarse a la nueva modalidad pues estaba abriendo pasos después de la pandemia a eso se sumó la crisis económica”, dijo a periodistas, el pasado 24 de septiembre.
Añadió que junto al resto de universidades hacen un esfuerzo por recuperar la población estudiantil que ha desertado, a pesar de que la situación económica ha empeorado.
Por otro lado, una de las ventajas que ve Nieto es que tras la captura de los pandilleros en las comunidades, con el régimen de excepción, hay más posibilidades de que los jóvenes que tenían limitada la circulación, se animen a inscribirse a la universidad.
La mañana de este lunes, el rector de la UES, Roger Arias, afirmó que esperan una reducción de los aspirantes para el nuevo ingreso 2023, debido a la situación económica, a la falta de oportunidades y a la migración.
Según las estadísticas disponibles del Ministerio de Educación, el 2020 el 9 % de los estudiantes de educación (bachillerato) desertaron y en 2019, este dato era de 7.1% en 2019.