El Consejo Nacional de la Primera Infancia, Niñez y Adolescencia (Conapina) reporta que 1,140 niñas y adolescentes han sido víctimas de embarazos en los primeros cinco meses de 2023, donde los principales victimarios son el “compañero de vida” y sus propios padres de familia.

Entre las menores embarazadas, hay siete que tienen entre 8 y 11 años, y 1,126 niñas de 12 a 17 años, mientras que para el resto no se identificaron las edades.

Conapina explica que 1,185 casos podrían constituir “vulneraciones”, en donde el principal vulnerador ha sido un hombre de entre los 18 y 30 años, seguido de otros adolescentes de 15 a 17 años, y, en tercer lugar, adultos de 31 a 40 años.

En al menos 778 casos, Conapina no define a qué grupo etario pertenece el “vulnerador”.

Las relaciones principales de las menores con su “vulnerador”, según Conapina, son: en primer lugar (un 23.32 %) fue el “compañero de vida”; en segundo (un 20.99 %) el padre de familia; en tercero (un 14.95 %) un desconocido; y en cuarto (34.37 %) no se revela el vínculo con la víctima.

San Miguel, La Paz, Sonsonate, La Libertad y Santa Ana son los departamentos en donde más se han registrado los embarazos de menores.

Conapina también reporta en sus estadísticas el embarazo de una menor de edad, entre los 12 a 17 años, víctima del embarazo forzado (trata).

Al término de 2022, El Salvador cerró con 3,181 niñas y adolescentes embarazadas, de las cuales tres tenían apenas una edad de entre cero a siete años.

También hubo siete casos de niñas de ocho a 11 años, y 3,155 adolescentes embarazadas de edades superiores a los 12 años.