El juez valoró suficientes pruebas para emitir su sentencia condenatoria como audios por intervenciones telefónicas, en los que los sujetos exigían a sus víctimas entre los $150 y $200 mensuales.
El juzgador comprobó que los condenados pertenecían a una pandilla, la cual se dedicaba a extorsionar a diferentes negocios ubicados en las cercanías del monumento Salvador del Mundo, Centro de San Salvador y otros lugares cercanos. Entre los condenados está Guadalupe Rivera, María Giménez López, William Amaya y Franco Alberto Hernández.