Cruz León había sido detenido el 4 de septiembre de 1997 luego de explotar una bomba en un baño del hotel Copacabana de La Habana. Cruz León fue encontrado culpable de colocar bombas en tres sitios turísticos, incluyendo el famoso restaurante La Bodeguita del Medio. Las explosiones dejaron 11 personas heridas y la muerte del turista italiano Fabio Di Celmo.
Una investigación del gobierno cubano determinó que Cruz León fue contratado como mercenario por Luis Posada Carriles, un reconocido activista anticastrista considerado como "terrorista" por el régimen de La Habana y elogiado por los exiliados cubanos de Miami. Posada Carriles murió en 2018 en esa ciudad de la Florida.
El propio Posada aceptó ante medios de prensa estadounidenses que ser responsable de "cualquier hecho dentro del territorio cubano en contra del régimen de La Habana".
Cruz León, hoy de 55 años, fue detenido cuando solo tenía 28 años. En la televisión cubana mostró entonces cómo ingresó los explosivos suministrados por Posada Carriles en un televisor. Finalmente cumplió poco más de 27 años de su condena de 30 años.
"Es triste de que alguien haya muerto, ese italiano estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado", señaló al The New York Times, al tiempo que aseguró, aún con esa muerte sobre su conciencia, dormir "como un bebé".
La pena de muerte contra Cruz León había sido conmutada en 2010 por la Sala de los Delitos contra la Seguridad del Estado del Tribunal Supremo Popular de Cuba a 30 años de prisión.
Otros dos salvadoreños, Otto René Rodríguez Llerena y Francisco Chávez Abarca, involucrados en la misma red de atentados, fueron también condenados a largas condenas en la isla en 1999 y 2010.