Por tercer día consecutivo, 10 militares permanecían en la entrada de la colonia San José El Pino, en Santa Tecla, departamento de La Libertad y pedía identificarse al que intentaba ingresar o salir, además de argumentar a dónde se dirigían y registrar sus bolsas; a quienes decían que se dirigían a sus trabajos pedían una constancia laboral.

Steven Rivera salió el lunes a su trabajo, un taller automotriz, y a su salida, los militares cuestionaron a dónde iba y qué lo comprobaba. Él les dijo que el taller no le había dado ningún documento donde constara que era su empleado. Los militares le advirtieron que si al regresar no traía el documento, no lo dejarían entrar a su casa.

“Me pareció grave, ya que si mi jefe se negaba a darme la carta, ¿yo que iba a hacer? ¿para dónde me iba a ir? Pues mi casa está aquí (Colonia San José del Pino), y ellos me dijeron que no me iban a dejar pasar”, declaró Steven.

Relató que se vio en la necesidad de “molestar” a su jefe y solicitarle una carta que hiciera constar que él labora en el taller de mecánica automotriz, especificando la hora de entrada y salida de su trabajo.

Al regresar por la tarde con una carta de su trabajo, las autoridades la leyeron, le pidieron el DUI, lo revisaron y lo dejaron pasar. Steven explicó que ayer por la mañana tuvo que enseñar la carta y solo así lo dejaron salir.

Ayer, el ministro de Trabajo, Rolando Castro, descartó que sea necesario portar una constancia laboral para circular bajo el régimen de excepción. “No, el régimen de excepción es prácticamente focalizado, para un segmento de la población y ese segmento son los delincuentes. Los que han perdido las garantías en este país son los delincuentes”, dijo Castro.

Ayer me dijeron (los militares) que si no regresaba con una constancia del trabajo no me dejarían ingresar”. Steven Rivera, residente de San José El Pino


Guadalupe Medrano es otra de las residentes de la colonia custodiada y cuenta que desde el domingo les piden los documentos, y si son menores, el carné de minoridad.

Militares aseguraron que personas que no viven en la colonia no pueden ingresar, así como servicios de a domicilios. Ayer, Diario El Mundo visitó al menos tres lugares que popularmente son conocidas por su alto riesgo delincuencial y que se mantenían hasta bajo cerco militar, entre ellas, la comunidad Iberia, ubicada en los alrededores del mercado La Tiendona, y los condominios Saavedra, siempre en San Salvador.

Los habitantes de esas colonias expresaron que con los operativos y controles que se están haciendo se les está vulnerando sus derechos de movilidad, ya que aseguran no tienen libertad de salir, entrar o incluso invitar a amigos a sus casas; mientras que otros afirmaron sentirse con más seguridad teniendo en cuenta el acecho de las pandillas.

"Uno se siente bien seguro, sabiendo como es la colonia, y uno nunca sabe cuando le cambie el humor a estos muchachos", aseguraron habitantes, en referencia a los pandilleros.

No, el régimen de excepción es prácticamente focalizado, para un segmento de la población”. Rolando Castro, ministro de Trabajo


Otras de las colonias que han sido intervenidas por las autoridades de seguridad están: las colonias Guayacán, Kiwani y El Limón, de Soyapango; colonia 22 de abril, en el límite entre Soyapango y San Salvador, Ciudad Futura en Cuscatancingo.

La intervención de las colonias, dominadas por pandilleros, según las autoridades, se están realizando bajo el decreto de régimen de excepción, aprobado el pasado domingo 27 de marzo por la Asamblea Legislativa, que tendrá una duración de 30 días, y suspende cuatro garantías constitucionales entre ellas: la libertad de asociación, derecho de defensa, el plazo de la detención administrativa de 72 horas y la inviolabilidad de la correspondencia y de las telecomunicaciones.