Ricardo Cruz Villalta, “don Richard”, como lo llamaban sus amigos estaba a punto de terminar los trámites para cumplir su sueño más anhelado en la última década: volver a Estados Unidos para reencontrarse con su esposa, sus tres hijos y nietos.

Según sus amigos, vivió por más de 20 años en Estados Unidos, pero hace 12, fue deportado y desde entonces trabajó para regresar. Luego de 10 años de “castigo”, empezó con los trámites en la embajada de ese país en El Salvador y esta semana tenía la última cita.

“Su mayor sueño era volver con su esposa, sus hijos y sus nietos”, dice Magdalena Parrillas, una de sus excompañeras de labores. “Todos los días hablaba de ellos, no había un día que no tocara el tema. Nos mostraba fotos, muy contento y orgulloso de lo que ellos lograban”, añadió.

Durante 10 años, “don Richard” trabajó para una empresa de limpieza y jardinería, donde fue reconocido por todos sus excompañeros, con los que mantuvo amistad luego de que él siguiera trabajando por su propia cuenta en el mismo rubro.

Yo sé que no lo harán, pero sería bueno que la Policía pidiera disculpas por haber tirado esa primera información, porque uno como conocido sintió feo leer eso, ahora imagínese su familia”. Carlos Mejía, excompañero de trabajo

Un héroe todos los días.

Sus amigos lo recuerdan como una persona amable y servicial, excelente en su trabajo, pero, sobre todo, destacan que amaba a su familia.

Parrillas recuerda que Ricardo Cruz fue el maestro de muchos en la empresa donde laboró, por su habilidad y destreza para cualquier tarea.

“Cuando inició en la empresa, la gente impresionada porque todo podía ¿qué no podía hacer él? No había área donde usted no lo viera ayudando, era una persona comprometida y paciente para enseñar a los nuevos, no cualquiera hace eso”, añadió Parrillas.

Sus amigos muestran fotografías de don Ricardo con sus hijos, mismas que él les compartía. / G.Aquino
Sus amigos muestran fotografías de don Ricardo con sus hijos, mismas que él les compartía. / G.Aquino



A sus compañeros y amigos no les sorprende que él buscara ayudar a Roxana Hernández, el pasado 17 de octubre, “porque él era así, él se dedicaba a ser un héroe todos los días y eso era algo que tenía desde siempre. Si usted le pedía ayuda, él incluso estaba antes, por ejemplo, si le decía que había que salir a las 3:00 de la mañana, él estaba a las 2:00. Siempre apoyaba, si él no sabía (cómo), buscaba la manera de que funcionaran las cosas. De manera personal, pienso que no era la manera de que él muriera”, manifestó Adriana Regalado, otra de sus excompañeras de trabajo.

El pasado 17 de octubre, las autoridades reportaron la muerte de un hombre apuñalado y una mujer lesionada en Altos del Bulevar. La Policía Nacional Civil difundió que se trató de una discusión por drogas y alcohol, donde Carlos Francisco Jiménez fue detenido; sin embargo, el siguiente día, la Fiscalía General de la República aclaró que Jiménez entró a la habitación de Roxana Hernández “sin motivo alguno” y la lesionó con un arma blanca.

A los gritos de la joven, Ricardo Cruz, quien alquilaba una habitación al lado en la misma casa, salió a ayudarla. Ahí Jiménez arremetió contra el hombre de 63 años. La Policía dijo que el detenido le asestó 63 puñaladas, pero la Fiscalía confirmó que fueron 68.

A nosotros no nos sorprende que él buscara cómo ayudar a esa chica, porque él era así, él se dedicaba a ser un héroe todos los días”. Adriana Regalado, excompañera de trabajo

Reconocimiento.

Tan querido y reconocido era este salvadoreño que el día de su funeral en el cementerio Jardines del Recuerdo, el pasado miércoles, muchos de sus amigos y excompañeros creyeron que no podrían asistir porque era día de semana, sin embargo, fue la misma jefatura de la empresa quien permitió a todos ir.

“Lo impresionante fue que la gente que llegó algunos eran compañeros de nosotros que (teníamos) tiempo de no verlos, era una cosa impresionante. Muchos le debemos (a Ricardo) por todo lo que fue y significó como amigo, compañero y para sus hijos, un padre amoroso”, relató Parrillas.

Él, su mayor sueño era volver con su esposa, sus hijos y sus nietos, cosa que ya no se podrá lamentablemente ”. Magdalena Parrillas, excompañera de trabajo


Ricardo Cruz aprendió el oficio de limpieza en EE. UU., mismo que practicó durante más de una década en El Salvador. / Cortesía
Ricardo Cruz aprendió el oficio de limpieza en EE. UU., mismo que practicó durante más de una década en El Salvador. / Cortesía



Piden una disculpa.

Sus amigos y excompañeros resienten que la Policía difundiera una información incorrecta en redes sociales y piden a la corporación que se disculpe públicamente por “manchar su imagen”.

“Yo sé que no lo harán, pero sería bueno que la Policía pidiera disculpas por haber tirado esa primera información, porque uno como conocido sintió feo leer eso, ahora imagínese su familia desde Estados Unidos leer eso, pudo ser peor para ellos y eso no lo ven las autoridades”, dijo Carlos Mejia, uno de sus excompañeros.

Diario El Mundo buscó hablar con la familia de Ricardo Cruz Villalta, que vive en El Salvador, pero afirmaron que prefieren no dar ninguna declaración sobre lo ocurrido. Algunos familiares de él que residen en Estados Unidos arribarán al país la primera semana de noviembre.

El dato

El pasado viernes, Carlos Jiménez, acusado del homicidio de Ricardo fue enviado a prisión provisional en la audiencia inicial. También es acusado de intento de feminicidio.