Al menos unas 96 familias de la comunidad El Icacal se han organizado para mantener y proteger un vivero de tortugas marinas que naturalmente buscan anidar en las cercanías del Esterón, en Intipucá, La Unión.

Por años, El Fondo de Inversión Ambiental de El Salvador (FIAES) mantuvo y financió un vivero de tortugas, pero en 2024 decidió moverse de playa, debido a un limbo jurídico, que ahora amenaza el ciclo natural de anidación de las tortugas y la forma de vida de la comunidad.

Carlos Hernández es el encargado del vivero comunitario, en el patio de su casa con vista a la playa, una malla divide un espacio para mantener los nidos. Lleva un libro de registros como lo aprendió hace unos 24 años, cuando fue capacitado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Cuando saca cuenta de los años que lleva haciendo esta labor dice: "24 años tirándole tortuguitas al mar".

La comunidad decidió organizarse porque FIAES se fue de la playa por el litigio y les quitó el financiamiento para mantener el vivero.

Por ello, están realizando jornadas de "ecoturismo" en El Icacal, que consiste en atraer turistas a liberar tortugas, tras explicarles la situación del peligro de extinción, una vez al mes para financiar el cuido. En la paradisíaca playa anidan cuatro de las siete tipos de tortugas: Baule, Carey, Golfinas y Prietas.

Una vez al mes los turistas reciben una explicación de porqué cuidar a las tortugas y participan en la liberación. Sin embargo, la comunidad hace liberación a diario, horas después que los tortugas nacen. / Iliana Cornejo.
Una vez al mes los turistas reciben una explicación de porqué cuidar a las tortugas y participan en la liberación. Sin embargo, la comunidad hace liberación a diario, horas después que los tortugas nacen. / Iliana Cornejo.


"Son consideradas las jardineras del mar, porque ellas se encargan de andar en el equilibrio del ecosistema del mar, sin las tortugas se degradan los océanos. El Icacal siendo una comunidad indígena y comprometida por cuidar nuestra casa común y preservar lo que tenemos en nuestra casa común nos hemos dado a la tarea de protegerlas", explicó Carlos Hernández.

A cada tortuguero, la comunidad paga $3 por cada docena de huevos que encuentren en la playa, pero el tortuguero debe entregar una docena más como compromiso social.

"Se necesita el recurso financiero para darle a los tortugueros un incentivo o un premio, porque por eso es que ellos lo hacen, también se necesitan algunos materiales para la construcción, algunos tipos de mallas".
Carlos Hernández,
Líder de la comunidad El Icacal.


Durante el 2024, la comunidad El Icacal registró la recolección de 600 huevos de tortugas en los 10 kilómetros de playa.

Carlos explicó que la preocupación que tienen es que por años, las tortugas han llegado a anidar a esa playa y si no cuidan el programa de recolección y liberación de huevos, se pueden extinguir.

Él afirma que FIAES se llevó huevos de tortugas del Icacal a otras playas y es, según él, "alterar el ciclo" porque las tortugas madres las esperan al interior de los océanos.

La empresa Desarrollos Turísticos del Pacífico ha colocado estos rótulos en los terrenos que lindan con la playa. /Iliana Cornejo
La empresa Desarrollos Turísticos del Pacífico ha colocado estos rótulos en los terrenos que lindan con la playa. /Iliana Cornejo

¿En qué consiste el litigio?

Desde el año 2023, la empresa Desarrollos Turísticos del Pacífico llegó a la comunidad El Icacal e instaló rótulos en varios kilómetros de la calle donde se adjudican la propiedad.

El Movimiento Indígena para la Articulación de las Luchas de los Pueblos Ancestrales de El Salvador (MILPA) afirma que en el Centro Nacional de Registros no hay un registro de propiedad en favor de la empresa.

El representante de MILPA, Ángel Flores, explicó que la comunidad es habitada por residentes de hace más de seis décadas, que llegaron a trabajar a la hacienda la familia Villatoro. El dueño les dio lugar donde vivir pero nunca les vendió.

Para llegar a la playa El Icacal hay que atravesar un manglar, que es zona protegida en El Salvador. / Iliana Cornejo.
Para llegar a la playa El Icacal hay que atravesar un manglar, que es zona protegida en El Salvador. / Iliana Cornejo.


MILPA asegura que no hay escrituras que evidencien el titulo de propiedad de esos terrenos, pero que la empresa Desarrollos Turísticos del Pacífico afirma que le pertenecen.

"La empresa ha optado no solo por un tema jurídico sino por acciones que atentan contra la integridad física y moral de los habitantes, como la presencia de la seguridad privada pagada que está hostigando a los habitantes. La presencia de la PNC que han capturado a pescadores que no tienen nada que ver con el crimen organizado, porque se les ha capturado con el régimen de excepción", añadió Flores.