El último informe sobre el cambio climático de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reveló ayer que en 50 años, el principal afluente de El Salvador, el río Lempa, reducirá su caudal en un 20 %.

“Las proyecciones climáticas futuras implican una reducción del 20 % de las entradas a los principales embalses de este sistema y encontraron resultados similares, utilizando un enfoque de modelado que también consideran cambios potenciales en la vegetación”, señala el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, según sus siglas en inglés), presentado en Suiza, ayer.

El informe cita el modelo climático basado en consenso sobre impactos hidrológicos del cambio climático en la cuenca del río Lempa, un estudio de EP Maurer, JC Adam y AW Wood, publicado en 2009, que usó 16 modelos climáticos.

Según el informe, esta reducción del caudal en el Lempa ocurrirá, debido a la disminución de las lluvias que se prevé, y a la evaporación del agua, entre los años 2070 y 2100.

Como consecuencia, ocurrirá una disminución potencial en la capacidad hidroeléctrica entre el 33 y 53 % entre los años 2070 y 2099, señala el documento avalado por la ONU este fin de semana.
En 2017, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales reveló que en la temporada seca el río Lempa se redujo en un 60 % por bajo registro de lluvias un año anterior.

El Lempa es el principal río del que se abastece El Salvador, y es el más extenso de Centroamérica; nace en las montañas del municipio guatemalteco de Olopa, y sus 422 kilómetros recorren territorios de Guatemala (31.4km), Honduras (31.4 km) y El Salvador (360.3 km), donde desemboca en el Océano Pacífico.

Una de las últimas amenazas del río Lempa son los desechos de la mina Cerro Blanco en Guatemala, cuyos residuos pasan al río Ostua, luego al lado de Güija, en Santa Ana y posteriormente al manantial principal salvadoreño.

La Mancomunidad Trinacional Fronteriza Río Lempa lamentó que el Gobierno salvadoreño no tome un rol activo de diálogo con Guatemala ante la posible afectación ambiental en el río Lempa debido a la probabilidad de que se inicie un proceso minero a cielo abierto, en septiembre del año pasado.

Medidas “más ambiciosas”.

El informe de la ONU sobre el cambio climático señaló ayer que urge a tomar medidas “más ambiciosas” para luchar contra el cambio climático y reducir a la mitad las emisiones para 2030.

“El informe subraya la urgencia de emprender acciones más ambiciosas y muestra que, si actuamos ahora, todavía podemos asegurar un futuro sostenible y habitable para todos”, ha indicado el presidente del IPCC, Hoesung Lee.

En 2018, el IPCC advirtió del desafío que suponía mantener el calentamiento en 1.5°C. Cinco años después, el grupo precisa que ese desafío se ha vuelto aún mayor debido a un aumento continuo en emisiones de gases de efecto invernadero.

En este contexto, avisa de que el ritmo y la escala de lo que se ha hecho hasta ahora, y los planes actuales son “insuficientes” para hacer frente al cambio climático. Según precisa el IPCC, “más de un siglo” de quema de combustibles fósiles y el uso “insostenible” de energía y territorio ha llevado a un calentamiento global de 1.1°C por encima de los niveles preindustriales.

Esto ha dado lugar, según añade el grupo, a más fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes y más intensos, como olas de calor o lluvias más fuertes, que se han combinado con otros eventos adversos, como pandemias o conflictos.