La reducción en la cantidad de lluvias por el fenómeno de “El Niño” puede ocasionar consecuencias en los caudales de los ríos en la época de verano, expuso el gerente de Hidrología de la dirección del Observatorio de Amenazas y Recursos Naturales, Roberto Cerón, en una entrevista a Diario El Mundo.

“Si hay reducción de la precipitaciones en la segunda mitad de la época lluviosa, también vamos a tener reducciones de los caudales más marcados durante la época seca, es decir, menos agua cuando más se necesita para el riego, para el abastecimiento como operacional y para todos los usos”, indicó Cerón.

El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) pronosticó el inicio del invierno 2023 para la última semana de abril, así como anticipó la llegada del fenómeno climático de El Niño.

El especialista en hidrología explicó que, a menos lluvias, hay más calor y la temperatura se incrementa, por ello, aumenta la evaporación de agua del suelo y la vegetación tiende a secarse más rápido.

Cerón destacó que la reducción de las precipitaciones y reducciones de los caudales de los ríos también incrementan los incendios forestales, hay menos disponibilidad de agua para riego y para la generación de energía hidroeléctrica.

“Menos agua disponible para riego, no queda más que generar agua por combustibles fósiles u otras fuentes alternativas”, agregó el gerente de Hidrología.

El fenómeno de El Niño se caracteriza por la fluctuación de las temperaturas del océano en la parte central y oriental del Pacífico ecuatorial, asociada a cambios en la atmósfera. “Si está cálido o está frío, entonces es una combinación de factores que nos puede generar más o menos lluvia”, señaló.

“Cuando hay presencia de ‘El Niño’, según las tendencias de los últimos años, hay un falso inicio de la época lluviosa. Empieza a llover bastante, pero después, generalmente a finales de mayo y junio, las lluvias disminuyen. Ese es el comportamiento típico”, detalló Cerón.

Corredor seco.

El hidrólogo Cerón señaló que los ríos que pertenecen al corredor seco se ven mayormente afectados debido a que a menos lluvias, hay más resequedad en los caudales de dichos cuerpos de agua.

“Los descensos en algunos ríos son mayores que en otros, ya hemos observado esas tendencias, por ejemplo entre 2015 y 2016 han sido de los años más secos que hemos registrado en estos últimos 20 años, tuvimos reducciones en el río Goascorán y en el río Torola, reducciones que alcanzaron un 80% y hasta un 90% respecto al promedio histórico”, dijo Cerón.

Con respecto al río Lempa, expuso que puede llegar a una reducción de hasta un 60 % en época seca e incremento hasta de un 80% en el mes de época lluviosa.

La cobertura verde disminuye con la falta de agua subterránea, durante los veranos, pero la influencia de El Niño agrava esa situación./ DEM
La cobertura verde disminuye con la falta de agua subterránea, durante los veranos, pero la influencia de El Niño agrava esa situación./ DEM



En cambio, los ríos de la zona occidental, que drenan de la cordillera volcánica cafetalera de Juayúa y Apaneca, han tenido reducciones, pero no tan grandes. “Estas andan en un 30%, al contrario de como los ríos que se ubican en las zonas más secas del país”, dijo.

Estos propósitos ya preocupan a los agricultores, quienes temen que se repita el capítulo de 2018 cuando una extensa sequía, de hasta 40 días en algunas zonas, dejó desolados los cultivos en gran parte del país. La Asociación Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Agropecuarios (Campo) advirtió la semana pasada que los más afectados serán los trabajadores de oriente, que suelen cosechar a partir de agosto.

La reducción de los caudales en los ríos también ocasiona una reducción de la cobertura verde, porque si hay menos agua almacenada en el suelo y se incrementa la evaporación". Roberto Cerón, gerente de hidrología del MARN

Demanda hídrica.

De acuerdo con la Gestión Integrada del Recurso Hídrico en El Salvador (GIRH), la oferta hídrica está compuesta por las aportaciones de recursos superficiales y subterráneos utilizados para satisfacer las diferentes necesidades de la economía salvadoreña.

Ante ello, el hidrólogo Cerón señaló que el país debe realizar acciones para almacenar las agua lluvias que actualmente caen de forma muy intensa y se desperdician, las cuales generan inundaciones.

“La demanda viene incrementándose porque somos más salvadoreños los que estamos viviendo, el desarrollo también demanda más agua, el crecimiento de la agricultura demanda más agua, todos demandamos más agua y, por otro lado, por el efecto de la variabilidad del clima y del cambio climático, podemos tener menos agua”.

El especialista mencionó, como parte de las acciones para anticipar los cambios climáticos, es proteger las zonas verdes, mantener la cobertura verde y proteger los bosques. “Esas son acciones que se están ejecutando desde ya para anticiparse a esos cambios que se están proyectando”.

“El país está creciendo mucho en su matriz energética de recursos renovables, eso es una ventaja porque no vamos a depender tanto de que si tenemos menos agua, vamos a tener que depender tanto del combustible fósiles”, dijo.