Estas son de beneficio en el tratamiento del cáncer de pulmón de células pequeñas y no pequeñas; carcinoma de células renales; melanoma y cáncer gástrico, de la unión gastroesofágica o adenocarcinoma de esófago.
“Los avances en la comprensión científica de la biología tumoral y del sistema inmunitario han permitido el desarrollo de la inmuno-oncología, que ha venido a cambiar la manera en que se tratan muchos tipos de cáncer. Consiste en estimular el sistema inmune del paciente, haciendo que sea capaz de reconocer y destruir las células cancerígenas2. Además, aporta memoria inmunitaria para proporcionar remisiones más prolongadas o de largo plazo”.
Rafael Camero,
gerente médico de Oncología de Asofarma.
Estos sistemas inmunitarios funcionan para combatir el cáncer, pues en ocasiones no identifica a las células cancerígenas como extrañas o, si las reconoce, su respuesta no es lo suficientemente fuerte para destruirlas los, agentes terapéuticos lo ayudan a identificar eficazmente a las células malignas y fortalecer su respuesta para combatirlas en cualquier parte del organismo donde se encuentren .
La dosis puede darse como tratamiento de primera línea o primario, adyuvante (adicional al régimen inicial) o neoadyuvante (antes de la cirugía para reducir el tamaño del tumor y simplificar la extirpación), la I-O ha demostrado sobrevida libre de progresión de la enfermedad y una sobrevida global superior a 1 año en diversos tipos de cáncer avanzado, metastásico (se ha diseminado a una parte del cuerpo distinta de donde comenzó) o recurrente.