Samuel Ramírez, vocero del movimiento, aseguró que la mayoría de los afectados son jóvenes. "Son capturados porque viven en zonas de pobreza, solo porque ahí pandillas tenían el control, pero ¿qué culpa tienen que los pobres vivan en zonas marginales? Es culpa del sistema que los ha tirado a las orillas de las quebradas, entonces creemos que este régimen ha criminalizado la pobreza", aseguró Ramírez.
El vocero considera que el régimen se usa como una excusa para capturar a personas, por el simple hecho de apariencia o sospecha, y que una vez son detenidos son torturados en los centros penitenciarios mientras la investigación avanza.
"Los salvadoreños merecen paz, merecen respeto por los derechos humanos, el régimen de excepción es una excusa para el Gobierno para poder capturar a cualquier persona, solo por simple sospecha, por una apariencia, pero violentando todo el debido proceso".
Samuel Ramírez
Vocero del Movimiento
El movimiento espetó a la población que si el decreto legislativo que permite la vigencia del régimen se sigue prorrogando, muchos de los salvadoreños que ahora aprueban la medida podrían ser que en algún momento se conviertan en víctimas.
La organización afirma que las torturas y muertes en centros penales siguen ocurriendo, pero que las autoridades se niegan a dar respuestas a los familiares de las víctimas. Aseguró que solo las organizaciones sociales brindan apoyo, ya que para el Estado "no existen" y "son ignorados".
"Vemos un silencio total por parte del Gobierno y por parte de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH)...los familiares de las víctimas se sienten solos, abandonados, porque en ningún lugar les dan información, sus hijos están desaparecidos desde hace un año, porque no saben en qué penal están", afirmó Ramírez.
Como movimiento aseguraron que seguirán pidiendo la liberación inmediata de todos los capturados en condiciones arbitrarias, así como la derogación del régimen de excepción, que a su juicio dejó de ser excepción para convertirse en algo permanente.