“Hemos impulsado el reordenamiento de prácticamente el 90 % del Centro Histórico de nuestro país”, indicó Durán, en una conferencia a tempranas horas.
La zona que recientemente fue intervenida es la 1a y 3a avenida Sur, 4a calle Oriente y 6a calle Poniente, así como la avenida 29 de agosto y la plaza de Banderas del Mercado Central.
Según la municipalidad, esto es parte de la tercera fase de revitalización del corazón de la ciudad, que pretende atraer más turistas y reordenar el comercio informal, al interior de la infraestructura de mercados.
El edil señaló que la comuna tiene 23 mercados para alojar a los comerciantes, que hasta el pasado jueves, se ubicaban en los alrededores de la iglesia El Calvario y del mercado “Sagrado Corazón”.
“Son 1,400 comerciantes por cuenta propia los que se han reordenado y que van a ser colocados en los 23 mercados de la Alcaldía de San Salvador que se encuentran a su disposición”, expuso el alcalde.
El edil capitalino indicó que posteriormente seguirán con el 10 % restante de vendedores que aún quedan en las calles, específicamente en la zona donde se construye la nueva Biblioteca Nacional, no obstante no detalló cuándo se llevará a cabo dicha acción.
Libre de ventas.
Durán destacó que el Concejo Municipal declaró el centro de San Salvador como un espacio “libre de ventas”, que significa que “en esta zona (alrededores del Calvario) se prohíbe todo tipo de venta, comercialización en las calles, por lo tanto no se puede estar haciendo esa labor”, enfatizó.Hasta el momento, la comuna afirma que se han recuperado 200 cuadras del centro, de las que 150 han sido liberadas en la administración actual, aseguró el funcionario. En febrero, la alcaldía capitalina movilizó a los vendedores informales que se ubicaban en el predio Exbiblioteca y sus alrededores.
A finales del año pasado, la comuna también retiró a los comerciantes de la calle Arce y las avenidas que desde la Alameda Juan Pablo II conducen hacia el mercado Hula Hula.
En abril del 2022, la municipalidad empezó el reordenamiento en las calles del Centro Histórico y movilizó a más de 1,000 vendedores de la calle Rubén Darío, quienes meses más tarde, fueron instalados en el mercado Hula Hula.