Huraños y juguetones los “Pumas Concolor” se dejan ser captados por las cámaras escondidas de equipos ambientales que buscan protegerlos de la extinción, un riesgo que estos felinos tienen en El Salvador, donde sus comunidades son escasas.

Esta especie que muchos la creen inexistente cautivan con sus breves apariciones incluso se convierten en leyendas de poblados rurales donde se dejan ver en busca de comida y las consideran una amenaza.

También conocidos como “león de montaña”, estos grandes felinos cumplen un papel importante como reguladores biológicos de poblaciones que pueden afectar al ser humano o los cultivos, y contribuyen significativamente al funcionamiento de los ecosistemas.

Durante el 2022, el Ministerio de Medio Ambiente (Marn) publicó tres videos en los que se puede ver a pumas buscando agua cerca de un arroyo, en una de las Áreas Naturales Protegidas; en otro de los registros en video ocurrido en junio pasado, se ve a otro puma sigiloso moviéndose entre arbusto sin darse cuenta que una cámara trampa lo vigila en una ubicación no revelada.

En julio pasado, otro avistamiento reveló a dos pumas jugueteando en la oscuridad frente a la lente de una cámara camuflada, aumentando el interés de los expertos sobre este animal del cual deberíamos tomar conciencia sobre la importancia de protegerlos.

En un reciente informe el Fondo de Inversión Ambiental de El Salvador (FIAES) describió que “los pumas son especies solitarias que demandan grandes extensiones de territorio. En el contexto salvadoreño, podríamos hablar de unos cuantos individuos, por la tanto su conservación es crucial, dado que su especie se creía extinta en el país”, destaca Francisco Álvarez, de Fundación Naturaleza El Salvador.

Por eso crece el interés sobre qué buscan, cómo viven y si son peligrosos. “Gracias al sistema de monitoreo de cámaras trampa, en nuestras Áreas Naturales Protegidas, hemos podido captar estos clips de unos pumas”, contó en junio el ministro de Medio ambiente, Fernando López, al publicar uno de los videos.

Quienes han tenido contacto con los pumas no esconden su temor, pero tampoco su fascinación por un animal que muchos creerían que no existe en El Salvador, sin embargo, con su sigilo y ronroneo nos recuerda que es parte de la fauna invaluable salvadoreña.