El Juzgado Primero de Instrucción de San Miguel envió a juicio a cuatro exmilitares que integraron un "escuadrón de la muerte", que durante la guerra civil en el país, supuestamente secuestraron, torturaron y asesinaron a cinco campesinos en el cantón San Andrés, en el municipio de San Miguel, al oriente del país, el 7 de abril del 1981.

Los tres exmilitares que pasarán a un Tribunal de Sentencia dónde se ventilara su culpabilidad o no, son: José Inés Benavides, Luis Alonso Benavides Polio, José de la Cruz Orellana. También es procesado el exmilitar Ángel Aníbal Alvarado Benítez, este popularmente conocido como "El chile Aníbal", quien está en calidad de prófugo.

El juzgado confirmó que los imputados José Inés Benavides y Luis Alonso Benavides pasaran con medidas sustitutivas a la detención, mientras que que Cruz Orellana se mantiene en detención. También se ratificó la rebeldía y orden de captura Karla Ángel Alvarado.

El cuatro exmililitares se convierten en la primera estructura que conformó un escuadrón de la muerte, durante el conflicto armado en el país, que son judicializados por un crimen de guerra, declarado como de lesa humanidad por un juez de paz.

La Fiscalía atribuye los delitos en perjuicio de Ángel Chávez Benavides, María Verónica de Chávez, José Luciano Benavides, Guillermo Magaña Castellón y Rogelio Magaña Castellón, quienes residían en el cantón San Andrés de San Miguel, en 1981, y fue durante la noche que fueron sacados de su vivienda violentamente por sujetos con uniformes y vehículos militares.

La Fiscalía aseguró que una de las víctimas era el presidente de una cooperativa local, la esposa era una maestra y ambos eran catequistas del cantón San Andrés. Las otras dos víctimas eran estudiantes, jornaleros y otro miembro de la cooperativa “pero ninguno tenía relación con las actividades subversivas de aquel entonces, ni mucho menos con el conflicto armado”.

Supuestamente un “oreja” dio información sobre ellos al C2, una estructura paramilitar que ha sido relacionada con los escuadrones de la muerte. Las cinco personas fueron secuestradas y torturadas, antes de su asesinato. Fueron encontradas en el municipio El Carmen, a un costado de la carretera a San Alejo, La Unión y algunas estaban mutiladas. Sus cuerpos tenían lesiones de bala y de tortura, según la investigación.